
junio 2025
Meraki: misión con amor en Aldea Spatzenkutter
Con entusiasmo, calidez y una misión clara, el grupo misionero Meraki, integrado por estudiantes de la Universidad Adventista del Plata (UAP), continúa su labor semanal en esta localidad entrerriana, ubicada a unos 30 kilómetros de Libertador San Martín.
En una reciente entrevista con UAP Noticias, Sergio Ríos, estudiante de cuarto año de Odontología y oriundo de Perú, compartió el espíritu, origen y objetivos de esta iniciativa.
«El nombre Meraki proviene del griego y significa: hacer algo con el alma, con amor, con creatividad y con entrega», explicó Sergio. «Esa es nuestra cosmovisión: hacer todo con amor, para Dios, porque Dios es amor».
Cada sábado a las 16:30, el grupo parte desde la terminal de Libertador San Martín rumbo a la aldea, donde llevan a cabo actividades pensadas especialmente para los niños de la comunidad. «Creemos que ellos, los niños, son los mayores misioneros. No tienen prejuicios ni filtros, y son instrumentos que Cristo puede usar», expresó Sergio.
La tarde se organiza en bloques: una historia bíblica, una meditación, actividades prácticas que refuerzan el mensaje, juegos y finalmente una merienda. Todo cuidadosamente diseñado para captar la atención de los más pequeños y transmitir valores cristianos de forma accesible y amorosa.
Además de su enfoque espiritual y educativo, Meraki también se preocupa por la sostenibilidad de sus actividades. «En nuestro Instagram, @meraki_i.m, tenemos publicaciones donde explicamos cómo nos financiamos. Allí pueden contactarnos y apoyar el proyecto», indicó Sergio. Gracias a ese canal, ya han recibido mensajes y colaboraciones que fortalecen la continuidad del trabajo misionero.
Durante la entrevista, Sergio compartió un testimonio personal que dejó huella en el equipo: «Un sábado no llegó ningún niño. Nos quedamos solos. Decidimos orar y replantear nuestra misión. Esa misma noche, recibí un mensaje del jefe de la comunidad alentándonos a seguir. Al poco tiempo hicimos una ExpoSalud y vimos claramente la mano de Dios».
Este año, el grupo sueña con fundar una congregación en la aldea, como un paso hacia el establecimiento de una iglesia. «Quizás nosotros no veamos la cosecha, pero estamos plantando la semilla. Ser el tutor que ayuda a que un árbol crezca recto, como decía una amiga», comentó Sergio, emocionado.
Meraki es uno de los múltiples grupos del Instituto Misionero de la UAP, y extiende una invitación abierta a quienes deseen unirse. «Solo tienen que escribirnos por Instagram o acercarse un sábado. Salimos a las 16:30 y regresamos a las 18:00. Es un tiempo corto, pero lleno de propósito», concluyó.
La Universidad Adventista del Plata destaca el impacto positivo que estas acciones generan, no solo en las comunidades alcanzadas, sino también en los propios estudiantes, que experimentan un crecimiento personal y espiritual invaluable.