
marzo 2025
Una misión de amor y transformación
La Lic. Soledad Araujo, egresada de la Licenciatura en Teología de la Universidad Adventista del Plata y actual capellana del Sanatorio Adventista del Plata, nos comparte su experiencia en la Unidad Penal N°6 de Paraná, un espacio donde la fe y la esperanza se abren paso entre los muros de la cárcel.
Desde hace dos años, junto a un equipo de personas voluntarias, la Lic. Araujo visita sábado por medio a las internas, ofreciendo apoyo espiritual y emocional a quienes más lo necesitan.
Lo que comenzó como una iniciativa personal, inspirada por una amiga con deseos de servir, se ha convertido en un ministerio de impacto profundo. «Ella sentía que ir una vez al mes era muy poco, porque veía muchas necesidades en las internas. Entonces le dije: “Te acompaño”. Y así empezó todo», relata Soledad.
Para quienes nunca han pisado una cárcel, la idea de ingresar a una puede estar cargada de temores y preconceptos. Sin embargo, la Lic. Soledad descubrió algo muy distinto a lo que imaginaba: «Me encontré con personas como yo, con sus luchas, historias y familias. Cuando conocés sus realidades, te das cuenta de que, en sus circunstancias, quizás hubieses tomado decisiones similares».
El contacto con las internas le permitió valorar más la libertad y, al mismo tiempo, comprender la profunda necesidad de salvación que se experimenta en esos espacios. «Todos necesitamos a Dios, pero quienes están allí son más conscientes de esa necesidad», reflexiona.
Este sábado será un día de fiesta en la Unidad Penal N°6. Tres internas, Belén, Ayelén y Liliana tomarán la decisión de bautizarse, testificando su entrega a Dios. «Es un proceso de transformación diario. La lucha dentro de la cárcel es desafiante, especialmente para quienes eligen seguir a Jesús», comenta la Lic. Soledad.
El ministerio carcelario no solo impacta a las internas, sino también a quienes participan en él. «El simple hecho de estar allí las hace sentir amadas. Muchas no reciben visitas, sus familias las han abandonado. Saber que alguien se interesa por ellas cambia sus vidas», afirma.
En Brasil, este tipo de trabajo se conoce como “Ministerio Carcelario Adventista”, una estructura organizada que La Lic. Soledad sueña con replicar en Argentina. «Acá todavía es un trabajo más anónimo, voluntario. Pero mi deseo es que se convierta en un ministerio oficial», expresa.
Para quienes sienten el llamado a servir, pero tienen dudas o temores, la Lic. Araujo los anima: «Las internas no son diferentes a nosotros. Muchas están allí por malas decisiones, no por maldad. Jesús miraba a las personas con amor y deseo de restauración. Nosotros podemos ser ese canal para ayudarles a tomar mejores decisiones y cambiar sus vidas».
Si es de tu interés sumarte a este servicio y conocer más sobre el ministerio carcelario, podés comunicarte al WhatsApp 3434-80-56-97. En unidad en el servicio se puede ser instrumentos de esperanza y redención.