julio 2024
“Tuve experiencias hermosas imposibles de olvidar”
En esta entrevista de perfil UAP Noticias comparte la vida de servicio de la Prof. Cristina Mercedes Ferrero.
La docente oriunda de la Ciudad de San Francisco en Córdoba, Argentina se desempeñó como profesora de Educación Física en todos los niveles educativos: La Unidad Educativa del Nivel Inicial N.o 254 “Ventanita a la vida”, la Escuela Primaria N.º 104 Domingo Faustino Sarmiento, el Instituto Adventista del Plata (IAP) y el Instituto Superior en carreras de los profesorados durante treinta y cuatro años en la Universidad Adventista del Plata (UAP).
—¿Cómo fueron tus primeras experiencias en la Universidad Adventista del Plata?
<<En aquel momento, cuando ingresé a la UAP (antes Colegio Adventista del Plata, CAP) conocí a Carlos Esparcia, mi esposo, quien estaba cursando el último año de Prof. en Educación Física. Luego, por medio de él, conocí el mensaje adventista cuando me invitó a un programa que se realizó en la iglesia en Santa Fe donde predicó el Pr. Carlos Belvedere. Después, inicié mis estudios bíblicos con el Pr. Belvedere en la iglesia central de Santa Fe y en Libertador San Martín. Más adelante, cuando terminé la carrera, me casé con Carlos Esparcia y vine a vivir a Libertador. El primer trabajo que tuve fue en la escuela de Enfermería que funcionaba en el Sanatorio Adventista del Plata (SAP), donde hoy se encuentra Vida Sana. Allí, me desempeñé por primera vez como docente con los alumnos de primer, segundo y tercer año de Enfermería. Posteriormente, realicé suplencias en el secundario del Instituto Adventista del Plata (IAP)>>.
—En tu carrera como docente, ¿cómo fueron desarrollándose aquellos años?
<<Me jubilé hace doce años. Al comienzo, no existía la UAP. Más adelante, surgió la idea de una universidad. Indudablemente, fue una revolución en nuestro hogar y un empuje porque nos alentó a prepararnos. Recuerdo cuando el Pr. Carlos Morales dijo: “Quiero que se preparen y armen un currículum para la carrera de Prof. de Educación Física. Yo lo voy a apoyar”. De esta forma, fuimos especializándonos: viajamos al profesorado donde estudiamos en Santa Fe, recopilamos información, material e intercambiamos palabras con los docentes. Ellos nos invitaban cuando había espectáculos de gimnasia en Santa Fe. Además, organizaron el viaje a La Habana, Cuba y nos invitaron a ir. En aquel tiempo, les presentamos al Pr. Morales la propuesta, y él organizó todo para ayudarnos. Se trató de un curso intensivo de casi un mes en el Instituto Superior de Cultura Física Manuel Fajardo (ISCF) en la Ciudad de La Habana. Allí, nos dividimos con el objetivo de abarcar más información sobre gimnasia a nivel competitivo de alto rendimiento: mi esposo, Carlos, cursó las clases de gimnasia artística y yo las clases de gimnasia rítmica. En aquel lugar, también veíamos entrenamientos, entre otras actividades. Fue maravilloso>>.
—¿Cuál fue tu mayor motivación para dedicarte a enseñar?
<<Los niños y los jóvenes. Es hermoso que uno pueda influir positivamente en la conducta de los niños. Recuerdo que en la Escuela Primaria realizábamos torneos de atletismo con los alumnos. Allí, los motivaba para que pudieran superarse. También, me encantó estar rodeada de jóvenes porque ellos te transmiten energía>>.
—Sobre tus años en la UAP, ¿cuáles actividades destacarías?
<<Estuvimos (con mi esposo) con los estudiantes en la academia de gimnasia y el GymUAP. Pensamos que se necesitaba desarrollar las capacidades motrices de los alumnos, no alcanzaba con las clases de educación física. Así, surgió la idea de la academia de gimnasia, de crear actividades para los chicos. Por lo tanto, cada fin de año, hacíamos una presentación con los niños pequeños y con los del secundario. Luego, el Pr. Carlos Morales nos dijo que aquellos grupos debían reformarse porque formarían parte dentro de las actividades especiales que representan a la universidad. De esta forma, nació el GymUAP, a partir de la institución y la academia de gimnasia>>.
—¿Cuáles fueron algunos de tus momentos más gratificantes en tu carrera como docente?
<<Una de las materias que impartía era Práctica de la Enseñanza en el profesorado para los alumnos de primaria, secundaria y terciario. Fue hermoso ver cómo los chicos se desenvolvían en las clases. Indudablemente, me llenó el corazón observar cómo los estudiantes fueron desarrollando sus habilidades en su actividad física. Yo les decía que más allá de aprender técnicas, que los estudiantes aprendan valores: respetar el orden, las reglas del juego, al profesor y cuidar su propio cuerpo>>.
<<El primer viaje que realizamos con el GymUAP fue a Misiones, Argentina. Allí, presentamos por primera vez: recuerdo la emoción de los alumnos universitarios con los uniformes nuevos. Se me viene a la memoria estar sentada en el escalón del colectivo cuando salíamos a la ruta que dije: “Señor, es un milagro. Acompáñanos”. Nosotros orábamos antes y después de cada entrenamiento y presentación. Fueron experiencias hermosas, imposibles de borrar>>.
—¿Qué es lo que más disfrutaste como profesora?
<<El contacto con los niños y los jóvenes es lo más lindo. Recomiendo no alejarse de la juventud, los cambios nos mantienen vivos, y progresamos. Hay que esforzarse por lo que uno quiere y siempre seguir preparándose porque todo se va transformando. También, me alegró mucho saber que alumnos del profesorado de Educación Física fueran como misioneros a lugares distantes donde se puede compartir el evangelio, por ejemplo, a través del fútbol. Agradezco al Señor>>.
—Actualmente, ¿cuáles actividades relacionadas al ejercicio físico realizás?
<<Como pasamiento hago gimnasia localizada, step, aeróbico y clases de stretching. Siempre hay que estar en movimiento para mantener la destreza y la agilidad. Además, realizo una caminata en soledad. Es mi momento para encontrarme con Dios>>.