octubre 2019
Se reeditó la tradicional Recepción de alumnos
El domingo 27 de octubre, más de quinientos alumnos pupilos de la Universidad Adventista del Plata (UAP), reeditaron una antigua práctica: la Recepción de alumnos.
Esta actividad, que se remonta a las costumbres del Colegio Adventista del Plata, consiste en el agasajo (un programa especial de sociabilización, camaradería y sano entretenimiento) de las chicas para los chicos y viceversa, un año por cada grupo representativo.
«Hace siete años que este programa se había discontinuado, hoy y gracias a Dios, pudimos reescribir la historia de este encuentro tan particular y que para muchos de los chicos de esta nueva generación era una idea desconocida hasta ahora, ahora toman la posta para seguir con esta actividad tan cara para la familia de la UAP», asegura el Mag. Patricio Ordoñez, coordinador del área de Deportes y Recreación de la Secretaría de Vida Estudiantil.
En esta oportunidad les tocó a las chicas tener la responsabilidad de liderar esta Recepción. Con un despliegue decorativo de destacar, el Auditorio Mayor de la Universidad dio marco a esta celebración para los alumnos pupilos. «Muchas fueron las áreas involucradas para que este programa llegara a buen puerto, pero quiero destacar la tarea realizada por los preceptores, por quienes pasa la vida de los internados. Ellos conocen todo acerca de ese ámbito y la vida de los estudiantes que conviven aquí», afirma el Mag. Ordoñez.
Una madrugada de viernes, los alumnos varones fueron invitados a salir del hogar por una “alarma” que se generó, pero que, al salir del lugar fueron recibidos por las chicas quienes aprovecharon la complicidad de los preceptores para entregar, de esta manera poco ortodoxa, las correspondientes regalos e invitaciones para el agasajo de la Recepción.
El programa, bajo el lema «Dream UAP» se basó en una fiesta de disfraces representativa de películas o series. «El significado de este programa intentó ubicar a la Institución como ámbito propicio para cumplir con los sueños de muchos estudiantes. Muchos vienen con planes de realizarse en su carrera y en lo personal, encontrar una compañera de ruta y afianzar la vida espiritual, colmada de anhelos».
El programa contó con tres momentos, que estuvieron permeados por una connotación solidaria, bajo la premisa «Mis talentos para ayudar a alguien». Así fue como muchos estudiantes mostraron sus habilidades para el canto, la destreza física y otros talentos direccionados a suplir una necesidad de su prójimo. El primer premio consistió en una Matrícula 2020. Así fue como, cada uno de los participantes proponía al jurado y a los presentes su cometido de ayuda, ya que los premios irían a los involucrados en el sueño. Es decir, al momento de elegir el ganador, todos los presentes reconocían el contexto del anhelo y el destinatario del premio. A esta actividad se le sumaron dos concursos más, el de selfie y en de disfraces. Todos estos momentos, con la misma motivación de ser solidarios con sus pares.
Durante el programa se contó con la presencia del Mag. Horacio Rizzo y su esposa Diana, quienes estuvieron secundados por la Prof. Lilian Bentancor de Yaciura, secretaria de Vida Estudiantil.
«El balance es el siguiente – consigna el Mag. Ordoñez -: si los chicos pasaron un momento que quedará en sus recuerdos, el objetivo estuvo cumplido; si, a través de los dones y talentos que Dios nos otorgó, se pudo ayudar a alguien, se alcanzó la meta propuesta. De esta forma podemos decir que todo el empeño puesto en este programa valió cada hora y esfuerzo invertido».