junio 2020
Repensando los procesos con una impronta superadora
La Universidad prosigue en su camino de articular los procesos para superar esta crisis presente en cada sector social. El Dr. Edgard Beskow atiende este tema y detalla las oportunidades presentes en la educación superior en este contexto pandémico.
El Consejo Superior de la Universidad Adventista del Plata (UAP) continúa apoyando con decisiones particulares el desarrollo académico de la institución. En este caso, el aval del ente universitario estuvo dirigido a afianzar el crecimiento en propuestas del Sistema Institucional de Educación a Distancia (SIED).
«Este contexto que plantea esta pandemia generó nuevos procesos en el repensar la educación –asevera el Dr. Edgard Beskow, director de la Escuela de Graduados–. El gobierno nacional había habilitado los estándares de estos sistemas, en lo cual la Universidad se abocó a cumplimentar los requisitos correspondientes y así obtener, como se concretó en diciembre de 2019, la acreditación correspondiente del SIED de la UAP por parte de la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Proceso que preparó a la Universidad para afrontar las circunstancias que se suscitaron a partir del 20 de marzo del corriente año».
En mayo, el Ministerio de Educación de la Nación estableció que toda universidad que disponga de un sistema de educación a distancia acreditado podía iniciar el dictado de sus carreras hasta un 30%, a distancia. «Esta decisión pone en juego una nueva variable de trabajar la Educación Superior desde un escenario más híbrido. El corolario de esta situación sanitaria nos obligó a capitalizar los recursos e implementar la educación no presencial en una forma radical y que requirió de una capacidad de adaptación de cada componente de la comunidad educativa de la UAP. Esto robusteció nuestra experiencia, sumado a la creación de nuevos protocolos que nos proveyeron de madurez para implementar ahora un proceso paulatino y serio de propuestas académicas que se dictarán por bloques, tanto presenciales como a distancia, lo que permitirá la realización de tareas laborales paralelas a las de formación de grado y posgrado».
La emergencia de la pandemia del coronavirus (COVID-19) resultó en una respuesta de shock, que se asentó con el paso del tiempo y generó en docentes y alumnos experimentar y naturalizar esta modalidad híbrida y no presencial de la educación. Dada esta situación, inclusive, se acercaron los planes pertinentes para que los exámenes finales de julio se puedan realizar en forma on line, y beneficiar a una amplia población estudiantil nacional y extranjera. «Esta es una evidencia de lo que aprendimos y nos sentimos más sólidos en este transitar –arguye el Dr. Beskow–; aunque no todo es perfecto e inclusive algunas prácticas en distintas carreras requieren de la presencia para cumplimentar las competencias establecidas, cuestión que se irá postergando y flexibilizando hasta que la normalidad se establezca nuevamente».
Diferentes equipos de la UAP están trabajando en nuevas propuestas académicas que se amolden a las necesidades y demandas sociales. Además, ya se está proyectando brindar las tres maestrías que se dictan en la Universidad en forma mixta y, de esta menara, generar más oportunidades para aquellos profesionales que desean seguir formándose de manera integral.
Este escenario produjo una seria reflexión en los distintos actores sociales, y se pudo tomar esta dinámica de prueba como una oportunidad para el trabajo planificado, organizado y cooperativo de todos los que componen la comunidad en su conjunto. Además, como una experiencia de repensarse en un ámbito de convivencia y consonancia social particular. «El vínculo del afecto y el respeto por el otro, y de forma justa, es muy importante en este proceso de enfrentar esta crisis y así superarla, aprendiendo de ella», concluyó el director de la Escuela de Graduados de la Universidad.