
octubre 2025
¿Qué hechos sobresalen entre 1894 y 1990? Una crónica fragmentaria de la fundación de la UAP – Parte 2
En este recorrido histórico se continúa explorando los años fundacionales de la UAP a través de la narración del Dr. Daniel Plenc, profundizando en los episodios y protagonistas que marcaron el camino de la institución entre 1894 y 1900.
Fue muy significativa la presencia del misionero adventista de origen suizo Jean Vuilleumier, multifacético y políglota, quien sirve por cinco años (1895-1900). El mismo año de su llegada viene de los Estados Unidos la señorita Lucy B. Post, la primera instructora bíblica enviada a Sudamérica. Ella trabaja en Nueva Palmira, Uruguay y en Buenos Aires, organiza la primera Escuela Sabática del Uruguay y colabora con la obra médico misionera en la Argentina. También en 1895, el pastor F. H. Westphal viaja a Brasil, bautiza a Guilherme Stein y organiza la iglesia pionera del país. Mientras tanto Mary T. Westphal crea una escuelita adventista en Crespo, en casa de Reinhardt Hetze.
Otro antecedente educativo ocurre en 1896, cuando se establece una escuela adventista en Crespo a cargo de la maestra Ana Saller (quien se casaría luego con el viudo Jorge Lust). No debe olvidarse que en ese mismo tiempo vienen a la Argentina el pastor Nelson Z. Town y su esposa Sadie R. Graham, como líderes de publicaciones, de Escuela Sabática y del proyecto educativo.
En 1897 habrían de organizarse cuatro nuevas iglesias en la provincia de Santa Fe bajo el liderazgo de F. H. Westphal. Son ellas Felicia, Las Tunas, Las Garzas y Malabrigo. Se produce también el bautismo de los Kalbermatter en la Colonia Portugalete, cerca de San Cristóbal, en Santa Fe. Los Kalbermatter aceptaron el mensaje adventista por la lectura de El conflicto de los siglos, de Elena G. de White. Se lo entregó un miembro de la Iglesia de Crespo llamado Daniel Weiss. En ese año notable, el colportor Lionel Brooking organiza una escuela particular adventista en Las Garzas, Santa Fe, donde vivía Daniel Peverini con su familia.
En cumplimiento de su responsabilidad para con la obra evangelizadora y de publicaciones, Nelson Z. Town crea la revista El Faro, en 1897, primer periódico adventista en español publicado en Sudamérica. Para mantener informados a los primeros adventistas los dirigentes publican en Buenos Aires la llamada “Carta Mensual”, de cuatro páginas.
Un año significativo fue 1898, cuando F. H. Westphal organiza una iglesia en Colonia Malbertina, la primera situada en la provincia de Córdoba. Sobre todo, recordamos el 26 de septiembre de ese año cuando se decide oficialmente la creación de un colegio superior, actual Universidad Adventista del Plata (UAP). La decisión, que venía postergándose por causa de las limitaciones financieras de los colonos adventistas, se apresuró con la llegada del joven Luis Ernst desde el Uruguay. Luis Federico Ernst (1874-1952), de 24 años, a quien hemos llamado “el primer estudiante”, se presentó a un congreso adventista en Crespo por invitación del pastor Westphal.
Verdad que, desde la organización de la iglesia de Crespo Campo en 1894, el pastor Westphal había impulsado la creación de una institución educativa que preparase a los jóvenes para la misión de la iglesia. Ante su pedido, los administradores de la Junta de las Misiones Extranjeras de la Asociación General prometieron el envío de un maestro, cuando eso fuera posible. Convocados más de una vez para estudiar el proyecto, los hermanos se mostraban reticentes por la escasez de recursos. Sus cosechas solían ser magras y los campos eran devastados por las langostas. La reunión campestre realizada en septiembre de 1898, con delegados de distintas provincias, no logró el consenso necesario, hasta la llegada de Luis Ernst.
Fue el lunes 26 de septiembre de 1998, el último día del congreso, cuando un joven cruzó el campo y se dirigió hacia la carpa donde se realizaban las reuniones. Era el joven Ernst, quien llegaba con una Biblia en una mano y un maletín en la otra, decidido a prepararse para ser misionero. Había dejado el tambo a cargo de sus hermanos y se dirigió a un colegio que se demoraba en surgir. Su presencia, sin embargo, fue decisiva para que se acordara su creación. Con la fe puesta en la Providencia, se reunieron los primeros fondos para iniciar la construcción. Algunos dieron dinero, otros prometieron parte de su próxima cosecha. Jorge Lust donó diecisiete hectáreas de tierra, mientras Pedro Peverini y otros se ofrecieron a colaborar con el trabajo. Si Ernst fue el primer alumno, Westphal fue el primer maestro, porque Westphal era el predicador y Ernst su intérprete (del alemán para el español). Además, Westphal le enseñó historia, gramática y teología, mientras Ernst aprendía el oficio pastoral. Lo cierto es que un día luminoso, cinco miembros de la primera iglesia, acompañaron al pastor Westphal a recorrer las tierras donadas para el colegio. En la parte más elevada de la colina se arrodillaron y pidieron a Dios su bendición. La bendición llegó y nunca se retiró.
Mientras tanto, como se dijo, la escuela habría de ofrecer algunos breves cursos misioneros en la localidad de Las Tunas, provincia de Santa Fe, desde inicios de 1899. En el último trimestre del año, en las tierras donadas de Entre Ríos, caravanas de carros acarrearon los primeros 80 000 ladrillos desde Crespo hasta Camarero y se inició la construcción para que las clases pudieran continuar.
En conclusión
Hoy sabemos más cosas que antes respecto de la fundación de la UAP. Quisiera agregar sólo algunos puntos respecto de la cuestión planteada en al comienzo. (1) Decir que el verdadero mentor de la institución fue el pastor Frank H. Westphal, a quien se llamó una vez “el padre de la institución”. (2) Aclarar que el pastor Westphal entendía que la solidez de la iglesia requería de instituciones eclesiales, educativas, sanitarias y de publicaciones. (3) Destacar que no hubo una demora en la iniciativa fundacional, sino una hazaña al fundar un colegio superior en sólo cuatro años. (4) Recordar que para sustentar esa institución no había más que 200 o 250 adventistas en la zona. (5) Tener en cuenta que eran pocos los creyentes con cierta solvencia económica. (6) Esos primeros adventistas sabían que al mandar a sus hijos al colegio los perderían para los trabajos del campo. (7) La mayoría de aquellos jóvenes que se educaron en el colegio nunca regresaron, sino que convirtieron en misioneros o simplemente se decidieron por una vida lejos de las duras tareas agrarias. Con justicia hemos de honrar la memoria de aquellas familias que invirtieron recursos para enviar a sus hijos porque creyeron en las bendiciones de la educación cristiana.
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[1] Jean Vuilleumier (1864-1956) fue pastor, evangelizador, editor y docente oriundo de Suiza. Sirvió además como misionero en Estados Unidos, Canadá, Argentina, Uruguay y Francia. Eugenio Di Dionisio es autor del artículo sobre Vuilleumier en la Encyclopedia of the Seventh-Day Adventist (ESDA). Dividió el servicio del misionero en varias etapas: (a) Los años en Europa y los Estados Unidos (1864-1895), (b) el servicio misionero en Sudamérica (1895-1900), (c) su estadía de nuevo en Europa y en América del Norte (1900-1932), (d) su retiro y años finales (1932-1956). Concluye Di Dionisio: “El pastor Vuilleumier falleció en su domicilio, en Lausana, Suiza, a los 92 años, el 9 de diciembre de 1956. Vivió una vida consagrada, dedicada a presentar a Cristo Jesús”.
[2] Silvia C. Scholtus de Roscher, Liderazgo femenino en los inicios de la Iglesia Adventista del Séptimo Día en la División Sudamericana (Libertador San Martín, Entre Ríos/Florida, Buenos Aires: Editorial Universidad Adventista del Plata/ACES, 2013).
[3] Ver: Marcos Blanco y Pablo Ale, eds., La fuerza de la palabra: La historia de la Asociación Casa Editora Sudamericana (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2022). 264 pp.
[4] Una descripción de la vivencia de Luis F. Ernst fue publicada por Daniel Oscar Plenc, en “Luis F. Ernst: El primer estudiante”, La agenda, Año XVII, Nº 28 y 29; asimismo el capítulo “Luis F. Ernst: Con la Biblia en la mano”, Misioneros en Sudamérica: Pioneros del adventismo en Latinoamérica (Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008), 53-62.
[5] La primera reunión de adventistas que trató formalmente la iniciativa ocurrió el 30 de junio de 1898, sin arribar a una decisión. La siguiente, con una convocatoria más amplia, tuvo lugar del 15 al 26 de septiembre y de nuevo el punto se retiró de la agenda por la situación económica de la zona.
[6] Véase el folleto de Pablo C. Rodríguez, Cien años educando: Origen y desarrollo de la Universidad Adventista del Plata. Véase también: “El Colegio Adventista del Plata” en Peverini, En las huellas de la Providencia, 113-123; Frank H. Westphal, Pioneering in the Neglected Continent (Nashville, Tennessee: Southern Publishing Association, 1927).
[7] Ver: Daniel Oscar Plenc, “Algunos hitos en la historia de la UAP”, La Agenda, Edición Semanal – Publicación de la Universidad Adventista del Plata, 30 noviembre – 7 diciembre 2017, separata 1-2.