septiembre 2022
Proyecto solidario para comunidades charrúas en Entre Ríos
El 20 de agosto, la Prof. Erica Spanenberger, preceptora en las Residencias estudiantiles de señoritas, de la Universidad Adventista del Plata (UAP), coordinó un grupo de jóvenes que visitaron una comunidad charrúa, en Federal.
La docente, junto con jóvenes representativos de las iglesias adventistas de Libertador Centro y Libertador Norte iniciaron una campaña de recolección de alimentos y vestimenta para ayudar a esta comunidad originaria del noreste entrerriano.
En Entre Ríos existen más de treinta comunidades charrúas que viven en condiciones precarias. «Aunque este proyecto lo tomé en forma personal, tuve la motivación del ministerio que lleva adelante el Pr. Manuel Flores, en el norte argentino. Fue así como me propuse buscar la forma de ayudar a pueblos originarios de aquí, en Entre Ríos. Me desempeño como directora de Jóvenes en la Iglesia Central de Libertador San Martín y expuse esta idea al grupo con el que articulamos actividades propias del área en esta congregación. El plan hizo mecha en este grupo y en otros que llevan adelante su liderazgo en la Iglesia de Libertador Norte. Fue así como, después de conseguir las donaciones y los recursos nos dirigimos hacia esta comunidad charrúa que vive a unos kilómetros de la ciudad de Federal».
El camino vecinal por el que se llega a esta población aborigen es de difícil tránsito, motivo por el cual el colectivo que transportaba al grupo de cuarenta y cinco personas no pudo alcanzar el destino proyectado. «Arribamos a Federal, a la iglesia adventista local, y allí oramos para que se abrieran las posibilidades de acercar todos los recursos que traíamos en el transporte, a esta población charrúa. Y, gracias a Dios lo pudimos hacer», expresó la coordinadora del grupo.
En este lugar remoto de esta región de Entre Ríos, los desafíos se siguieron presentando. «Estas son comunidades en donde no reciben a personas que quieren hablar de Cristo –menciona la Prof. Spanenberger–. Y esta es la primera vez que un grupo adventista entra en contacto con esta comunidad charrúa. La gente se amontonaba para recibir los recursos y hablamos con la líder de este asentamiento para poder llevar a cabo esta actividad, quien accedió a la solicitud».
La organización de la comunidad charrúa (que cuenta con cien habitantes) es matriarcal, conservan la lengua madre y defienden fuertemente su identidad. «Por las razones que mencioné no pudimos hablar con los lugareños sobre nuestra convicción de fe, pero dimos un paso importante en nuestra misión –menciona la Prof. Spanenberger–. El plan es volver a este lugar, visitarlos casa por casa y relevar las necesidades que tienen. A modo de ejemplo, las casas no disponen de baños, no disponen de agua y es mucha la precariedad. Así también mis compañeros preceptores, como así también miembros del personal de la UAP me hicieron saber su voluntad de colaborar con este proyecto».
El proyecto prevé acercar soluciones y construir sanitarios dignos para las familias y generar las condiciones para que puedan acceder al agua potable. «Nuestro objetivo es satisfacer estas necesidades y, con el tiempo, poder generar un grupo pequeño y construir, si Dios lo permite, una iglesia adventista en este lugar», afirma Erica.
Según el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), en la actualidad existe un universo de diecisiete comunidades charrúas, tres de las cuales tienen personería jurídica. Estas están distribuidas en Villaguay, Tala, Maciá, Concordia, Federal, Chajarí, Diamante, Federación, Colón, Sauce de Luna y Paraná, alcanzando una totalidad de más de setecientos habitantes descendientes del pueblo Charrúa.
Si desea colaborar o requerir información sobre este proyecto solidario escribir a ericaspannenberger@gmail.com.