Desde el 18 de octubre y, bajo el lema «Héroes», se lleva a cabo la II Semana de Énfasis Espiritual 2019 en la Universidad Adventista del Plata (UAP), cuyo orador es el Pastor Baraka Muganda, vicepresidente de la Universidad Adventista de Washington y exdirector de Jóvenes de la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.

El Dr. Muganda, quien se ha desempeñado en el liderazgo de diferentes áreas del ministerio en el nivel mundial, está casado con Anne Martin. Son los felices padres de tres hermosas hijas: Diana, Tanya y Anita, y cuatro nietos, Diana Anne, Angelina, Baraka y Donatella.

Su principal motivación, amar a los jóvenes de esta iglesia y comprometido para verlos a todos salvados en el Reino de Dios.

UAP Noticias dialogó con el Dr. Muganda y comparte a continuación el resultado de este encuentro.

– ¿Es un héroe en su vida?

«Sí, lo soy, por Jesucristo».

-Existe una idea controvertida sobre qué define a un héroe, desde Rambo hasta Terminator, inclusive ostentando antivalores. Por lo dicho, ¿hay conciliación con el concepto bíblico de héroe?

«Esta es la razón por la elección del tema para esta Semana de Énfasis Espiritual, fundamentada en la confusión en la que se ve sumergida la sociedad de hoy. Muchos jóvenes no saben qué es ser un héroe. Existe una gran diferencia entre este concepto y el de celebridad. A Rambo, Jennifer López o Beyonce se los reconoce como celebridades, tanto en lo social y en los distintos ámbitos del poder político. La cuestión que persigue este grupo de famosos es ¿qué obtengo de todo esto? El verdadero héroe no busca esto, sino que lo hace porque así debe en un marco de principios e integridad. Muchos de aquellos que son considerados héroes se ven envueltos en situaciones de drogas y alcohol, inclusive sus vidas encuentran un final muy repentino. Por esto elegí este tema y presentar a nuestra juventud al verdadero héroe: Jesucristo».

-En la lectura de la Biblia uno se encuentra con distintos personajes en los cuales se ve reflejado. Detrás de ellos existieron muchos héroes anónimos. ¿Qué los hacía conservar este bajo perfil?

«Las Sagradas Escrituras conservan una colección de muchas historias y héroes, entre los cuales algunos sobresalen sobre otros. Inclusive, de aquellos más conocidos y, al analizarlos, nos encontramos con que tenían serios problemas, por ejemplo: Noé, era un bebedor; David, un fornicario; Sansón, un mujeriego. Todo esto nos lleva a entender que ser un héroe es exponerse a que otros vean nuestros peores rasgos. Aun en esos héroes desconocidos, en la denodada lectura de la Biblia, encontramos muchas enseñanzas».

-En este distorsionado concepto de héroe, también se exhiben falsas condiciones para ser uno de ellos. En este punto, la perfección podría ser una.

«En el tema del domingo, hablamos sobre Gedeón. Él era un muchacho sin esperanza, cobarde y con muchas limitaciones, pero Dios lo eligió así y lo transformó en un líder indiscutido de su pueblo, un héroe. Si esperamos hasta la perfección nunca llegaremos a ser héroes, y aquel estado solo lo obtendremos en la segunda venida de Jesús. Mientras tanto, caemos y nos levantamos, repetidamente realizamos esto, y esta es la forma en que nos transformamos en héroes.  Pero, en esas caídas nunca perdemos nuestra mirada en el foco, el Hijo de Dios, el único que nos puede dar esa perfección completa».

-El desánimo, un arma implacable del enemigo de Dios, obliga al ser humano a ser pobre en las metas y expectativas que se impone. En cambio, Dios, nos desafía a que pongamos altos estándares en cada plan que emprendemos. ¿Cómo actúa el Señor para cambiar esta actitud tan humana?

«La Biblia contiene historias, muchas historias que nos muestran las expectativas que Dios tiene para nosotros. El lunes, en la mañana, profundizamos en la vida de Daniel, hay tanto que aprender de este héroe. Él fue fiel a los diecisiete años y continuó siéndolo hasta los ochenta y cinco. Continuó orando, pues era un hombre de principios, que no transigió, trabajó duramente y adoraba a Dios. Si seguimos los pasos de fidelidad de Daniel, llegaremos a ser exitosos en nuestras vidas, seguros, manteniendo los valores que definen quiénes somos. No dejemos que el mundo modele nuestro carácter, permitamos que Dios lo haga».

-Lo grandioso de ser un héroe para Dios es que no tiene acepción de edad o sexo, todos podemos ser héroes. La sierva israelita de Naamán (una adolescente), David (en su adolescencia también) o un Abraham (con sus cien años), todos ellos nos demuestran la primera afirmación.

«En el caso de la niña, sierva de Naamán, también vemos lo importante de modelar el carácter de nuestros hijos desde el hogar. Que ellos tengan estos referentes bíblicos los guiará en fidelidad durante su crecimiento como hijos de Dios. Y esta impronta nos compete a nosotros, los adultos porque si los jóvenes nos ven como héroes para el Señor, ellos no harán más que reproducir este testimonio en sus vidas».

-Hace 21 años Ud. desembarcó en esta Universidad, así como hoy hace lo propio con la responsabilidad de traer un mensaje particular para esta comunidad educativa. Haciendo una analogía, la UAP es una cantera de héroes. ¿Cómo, institucionalmente y particularmente, se logra una continuidad en este cometido a pesar de los desafíos y los tiempos que se viven?

«La Iglesia Adventista sostiene uno de los sistemas educativos de mejor calidad en el mundo. Contamos con una filosofía que nos distingue. Si mantenemos esta perspectiva, seguir como una cantera de héroes, esta virtud permanecerá. Para esto necesitamos profesores dedicados, docentes que se sumerjan en la Palabra de Dios y crean lo que dice, al llegar al aula que sepan amalgamar al fe y aprendizaje.  Al hacer esto estarán formando héroes académicamente preparados y espiritualmente formados. Por esto creo que la UAP es como un faro que sigue produciendo héroes. Inclusive, el lema de esta Casa es “excelencia y servicio” y esto, produce héroes».