23
noviembre 2023

“La UAP superó mis expectativas”

La Universidad Adventista del Plata (UAP), a través del Servicio Voluntario Adventista (SVA), brinda oportunidades de desarrollo personal y profesional a alumnos y personas extranjeras que invierten sus dones en la excelencia y el servicio.

UAP Noticias dialogó con la voluntaria Bárbara Hernández proveniente del país limítrofe, Chile.

Tiene 26 años, se crió en Santiago, pero estuvo bastante tiempo viviendo en Chillán, en la Universidad Adventista de Chile (UNACH). Su familia está integrada por su papá, Patricio, su mamá, Mildred y dos hermanos menores que ella: Benjamín y Marcelo, ambos estudian en la universidad.

Bárbara con Martha, Lizzie y Susy.

Bárbara con Martha, Lizzie y Susy.

<<Llegué en agosto y voy a estar hasta diciembre: es un llamado corto, del segundo cuatrimestre. Me queda poco para terminar. Siempre escuché nombrar a la UAP, porque siempre estuve en un ambiente adventista. Estudié en la UNACH, así que siempre escuché sobre la Universidad Adventista del Plata (UAP). Estudié la carrera de Nutrición, me recibí de nutricionista. Después, trabajé como nutricionista en el comedor de la universidad de Chile>>, comenta Bárbara Hernández.

Se le preguntó sobre cómo surgió el voluntariado en la Argentina:<<La verdad que ocurrió muy rápido. Un día mi amigo Felipe me mandó el posteo que había subido la UNACH para ir de voluntaria. Porque la verdad que yo siempre había querido hacer un voluntariado, me llamaba la atención, pero nunca se había dado. Entonces, cuando me mandó esto le dije: ¡Sí, me interesa! Entonces, enseguida me puse en contacto con el Pr. Damián Cabezas, quien está a cargo del servicio de voluntariado adventista en la universidad. Luego de conversar, tuve una entrevista con personas de la UAP de manera virtual. Tuve la entrevista con Lucas Muñoz y con Gabriel Guzmán y ahí me dijeron que tenía que decir el sí o el no. Dije que sí, y a las dos semanas ya estaba acá>>.

Bárbara Hernández contó sobre su labor como voluntaria: <<Estoy viviendo en el hogar central. Hoy por hoy, trabajo en el área de Preceptoría, ayudando a las chicas en los distintos hogares: no estoy fija en un hogar, sino que voy rotando y cubro si no hay alguna preceptora en algún hogar, ya sea el Central, el Rosa o el Azul>>.

Luego, ella habló sobre los lugares de la región que visitó y adónde le gustaría ir: <<Conozco Crespo, pero me gustaría conocer más como, por ejemplo, Paraná, Santa Fe. Tengo que ir a Buenos Aires sí o sí antes que me vaya. Antes, había venido a Mendoza.  Si vuelvo de nuevo a Argentina me gustaría conocer el sur: Bariloche, aunque también me llama mucho la atención Córdoba porque me han contado mucho sobre el lugar>>.

<<Mi objetivo es siempre seguir creciendo como persona: depender de Dios es lo más esencial. Es decir, el seguir aprendiendo a depender de Dios cada día. También, conocer personas y otras culturas: acá la UAP es muy linda porque hay muchas nacionalidades de distintos países como Ecuador, Venezuela, Guatemala, Brasil, México. Es muy intercultural>>, afirma Bárbara Hernández.

Luego, añade: <<Uno piensa que por ser países vecinos no va a ver mucho choque, diferencia. Pero el tema del idioma, por más que uno diga: hablan español, pero hay muchas palabras distintas>>.

La voluntaria Hernández expresó: <<Mi comida favorita en Argentina son las pastas y los alfajores. También, probé las empanadas. Lo que más me gusta de Argentina, de acá en Libertador San Martín, es el ambiente porque es muy lindo y tranquilo. A su vez, uno se siente con más seguridad por las personas que conoce. Estoy en Argentina, pero he conocido a más personas de otros países que argentinos>>, expresa la misionera Bárbara Hernández.

<<Al principio me costó adaptarme al lenguaje. Cuando llegué, solo conocía a una persona. Entonces al principio uno a eso le cuesta, establecer vínculos, hacer amigos. Sin embargo, la Preceptoría te abre las puertas para conocer gente: conocí a muchas chicas>>, declara Bárbara Hernández.

Para comunicarse nos contó que suele hacer videollamadas con su familia: <<con mi mamá, mi papá y mis hermanos y algunos amigos con los que hablamos. Al principio cuando llegué había un cambio horario de una hora de diferencia más>>, cuenta Bárbara Hernández.

Bárbara Hernández y su familia en Chile.

Bárbara Hernández y su familia en Chile.

<<Me llamó mucho la atención que fuéramos tan diferentes, siendo que estamos tan cerca, ¬cuenta refiriéndose a Chile comparado con Argentina¬. Más que nada la parte del lenguaje, las palabras. La gente que he conocido en Argentina es una bendición en mi vida. Me he encontrado con la gente indicada: el Señor te va poniendo la gente precisa para ir aprendiendo. Creo que uno constantemente está en el proceso de crecer, de conocer gente. Lo lindo de la UAP es la interculturalidad: tengo varios amigos de otros países en un mismo lugar como Sofía López, de Argentina y Lizzy García de Guatemala. También, la considero una amiga a la preceptora Martha Cuchma porque me ha enseñado mucho. Tenía la expectativa de crear vínculos, pero superó mis expectativas la verdad>>, sostuvo la chilena Bárbara Hernández.

<<Desde el momento que decidí venir acá Dios ha estado en cada decisión. El hecho de estar acá, cualquiera sea la actividad que esté realizando, si no está Dios, no sirve. Él tiene que estar presente en cada momento. Si uno viene acá y no pone a Dios en primer lugar, si uno elige el voluntariado, ¿para qué viniste?>> confirma Bárbara Hernández.

<<Para finalizar cuenta una curiosidad de Chile: <<Allá en vez de cenar “tomamos once”. Acá es como una merienda: se come pan (que es diferente al de acá). Hay varias teorías de dónde viene este término. En el tiempo de antes, cuando los trabajadores iban a trabajar, le decían al jefe como para esconderlo que se iban a tomar la once. La once era como ir a tomar aguardiente. Entonces, aguardiente tiene once letras. Pero, no tiene relación con el presente: un espacio para comer y estar juntos. Nosotros compartimos este momento entre las 18:00 y las 20:00: es la merienda cena. Comemos mucho pan con palta, queso, tomate, huevo y tomamos té o leche y jugo en el verano, y algo dulce como un pastel o “queque” que es como el bizcochuelo argentino>>, relata Bárbara Hernández.

La Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) tiene una página de Servicio Voluntariado a nivel mundial que se llama Adventist Volunteers. Allí, se encuentra VividFaith, una plataforma que permite solicitar puestos de voluntariado y crear nuevos destinos. Aquí, podrás hallar información que te ayudará a elegir una ocupación que te guste, y ahí mismo solicitarla.