La UAP proyecta su futuro: avanza el diseño del nuevo plan estratégico 2026-2030
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julio 2025

La UAP proyecta su futuro: avanza el diseño del nuevo plan estratégico 2026-2030

La Universidad Adventista del Plata (UAP) se prepara para el próximo quinquenio con la formulación del nuevo plan estratégico, el cual integrará modelos educativos de vanguardia.

Este plan es una herramienta de gestión que permite alinear los recursos, las decisiones y las actividades de la universidad con su misión, visión y valores institucionales.

UAP Noticias dialogó con el Mg. Ricardo Costa Caggy, decano de la Facultad de Ciencias Económicas y de la Administración, quien integra el equipo que lidera este proceso participativo y proyectivo.

«El ejercicio de la planificación estratégica es, en esencia, un ejercicio de futuro», afirmó el Dr. Costa Caggy. «Es anticiparse a los desafíos que vendrán y tomar decisiones hoy que nos preparen para ese escenario». Bajo esta premisa, durante el primer cuatrimestre del año, la universidad llevó adelante un proceso amplio de diagnóstico que incluyó 10 grupos focales con la participación de 70 personas, entre ellas, miembros del liderazgo institucional, estudiantes, docentes y personal técnico-administrativo.

Además, se realizaron instancias inéditas: un grupo focal con futuros alumnos del nivel secundario, que permitió comprender cómo imaginan la universidad aquellos que están próximos a ingresar, y otro con vecinos y miembros de la comunidad, con el fin de valorar la percepción externa de la institución.

A esto se sumaron entrevistas en profundidad con autoridades de la Iglesia Adventista, representantes del Sanatorio Adventista del Plata (SAP) y de la Municipalidad de Libertador San Martín, actores clave del entorno institucional.

«Queríamos saber cómo es percibida la universidad, cómo se relaciona con su entorno y cómo debe proyectarse hacia adelante», explicó el Dr. Costa Caggy. Este trabajo diagnóstico ha sido la base sobre la cual la comisión estratégica, actualmente en funciones, está delineando la hoja de ruta institucional que regirá entre 2026 y 2030.

El nuevo plan estratégico dará continuidad a la planificación vigente que, según el Dr. Ricardo Costa Caggy, ha logrado “un cumplimiento del 80 al 85 por ciento de sus objetivos estratégicos”, un índice de ejecución considerado muy alto. Sin embargo, el nuevo contexto requiere ajustes sustanciales.

«Estamos viviendo un cambio de época. La irrupción de la inteligencia artificial, la transformación de los modelos educativos, las demandas de una sociedad que cambia aceleradamente… Todo esto exige una universidad con visión, con capacidad de adaptación, pero sin perder su identidad», sostuvo.

Los principales ejes estratégicos se mantendrán: identidad institucional, excelencia académica, gestión eficiente, desarrollo del conocimiento, responsabilidad social y misión. «Lo desafiante será integrar nuevas formas de enseñar, nuevas herramientas tecnológicas y modelos más flexibles de cursado. Los estudiantes nos piden eso, lo dicen en las entrevistas: quieren una educación pertinente, actualizada y significativa», puntualizó.

Uno de los aspectos que más se valora en este proceso es su carácter inclusivo. «La planificación estratégica es uno de los procesos más democráticos que tiene una institución», asegura el Dr. Costa Caggy. «Se escuchan las voces de todos los actores: estudiantes, que son nuestros principales usuarios, docentes, autoridades, personal no docente, y también se incluyó por primera vez a estudiantes del nivel secundario».

Uno de los elementos centrales en la nueva planificación es la adaptación a los cambios tecnológicos y culturales. «La inteligencia artificial no es una moda, es una disrupción. Tenemos que enseñar a convivir con ella, a utilizarla de manera ética y estratégica. Lo mismo sucede con la modalidad educativa: vamos hacia modelos híbridos, flexibles, con más opciones de cursado presencial, virtual y a distancia».

Estas transformaciones también afectan a la oferta de posgrados, perfeccionamientos y capacitaciones, que deberán responder con agilidad a las necesidades del entorno.

Los próximos pasos incluyen el análisis profundo de la información recolectada, el estudio del entorno institucional y social, y la elaboración del primer borrador del plan, que integrará todas las propuestas recogidas en la etapa diagnóstica. Este documento será evaluado por las comisiones administrativas y académicas de la universidad durante los próximos cuatro meses, con miras a su validación y aprobación antes de que finalice el año.

«La planificación no es rígida; es una guía flexible que se adapta a los cambios del contexto, pero que nos da rumbo. Saber por qué se hacen las cosas, hacia dónde vamos, qué decisiones deben tomarse hoy para llegar a ese lugar: esa es la esencia de este trabajo», concluyó el Mg. Ricardo Costa Caggy.

El nuevo plan estratégico 2026-2030 no es solo un documento técnico; es una declaración de principios. Refleja una universidad que escucha, que aprende, que se adapta y que mantiene su misión: formar profesionales comprometidos con su fe, su vocación y la transformación de la sociedad.