febrero 2024
Herramientas vivas, canales de bendición
UAP Noticias dialogó con el Prof. Eduardo Silva, representante legal para el área de la provincia de Entre Ríos de la Universidad Adventista del Plata (UAP), acerca de cómo, voluntades dadivosas, sostienen el proyecto de instituciones educativas y el sueño de muchos alumnos del Sistema Adventista de Educación.
Cada día se presenta como una oportunidad, una evidencia más de cómo el plan de Dios se concreta en la vida de tantas personas, en todo el mundo.
Muchas experiencias atestiguan acerca de esta constante universal: personas diversas, en manos del Señor son herramientas vivas, canales de salud para muchos.
Y los componentes de este campus universitario de la UAP, como la comunidad de Libertador San Martín (LSM) no escapan a esta ecuación. «La gente nos sorprende, año a año, con iniciativas que benefician directamente a familias de los niños más necesitados de esta comunidad –expresa el Prof. Silva–. Son muchas las personas involucradas en estas acciones solidarias».
Diferentes grupos y diversas personas representativas de iglesias adventistas, en Libertador San Martín, se han propuesto ser un canal de bendición. «A modo referencial y en representación de muchas voluntades anónimas, me remito a presentar la labor que realizan desde la Iglesia del Parque –detalla Eduardo Silva–. Desde hace una década miembros de esta comunidad y de distintos grupos de escuela sabática se propusieron en asistir a familias de alumnos de la Escuela N.o 104 Domingo Faustino Sarmiento con kits de útiles escolares. A este plan, además, adhirieron personas que simpatizan con este movimiento solidario, ayudando a obtener este material para el inicio de las clases. También, otra de las acciones que lleva adelante este grupo consiste en recaudar dinero para que, a través del Supermercado Ceapé, estas familias que requieren de apoyo accedan a una ayuda monetaria para sus compras de alimentos».
Otras iglesias, como la Central de LSM, hacen su aporte colaborando con el mantenimiento de infraestructuras de establecimientos escolares y otros planes que benefician a las comunidades educativas, sobre todo, a los niños para que puedan cumplimentar su cursado escolar. «Siempre confieso que en la escuela se encuentra el semillero de la Universidad –consigna el representante legal para el área de la provincia de Entre Ríos de la Universidad Adventista del Plata (UAP)–. De allí, saldrán los futuros pastores, médicos y servidores que proseguirán con la misión evangélica».
La UAP hace un aporte importante para el sostén de la escuela primaria y los demás establecimientos de la educación formal que funcionan en su campus. «Este dato es importante, pero, también, individuos y familias acercan sus colaboraciones para embellecer y ampliar las posibilidades edilicias de la escuela primaria –afirma el Prof. Silva–. Estamos hablando de personas que, en algunos casos no llegan a fin de mes con sus ingresos, pero, que, aun así, separan de su presupuesto recursos para apoyar la enseñanza cristiana».
Continuando con el diálogo, se trajo a colación la tarea que realizó un grupo de jóvenes de la Iglesia Adventista de Barrio América en el jardín que dispone la escuela. «El trabajo que realizaron fue excelente –refiere Eduardo Silva–. La voluntad y el espíritu colaborativo de este grupo fue motivador. Se notaba el disfrute de la acción que estaban realizando, tarea que se vio reflejada en el embellecimiento del parque del establecimiento educativo».
La docente Marta Furí, exsecretaria de la primaria de la UAP y acogida a los beneficios de la jubilación es otra de las personas que se ocupan de ayudar, de distintas maneras, a los niños y sus familias. «Marta es una persona dedicada y apasionado por la misión –explicita el Prof. Silva–. Ella me contaba que, en una ocasión, dialogando con otra persona, charlaban acerca del caso de una familia en donde sus dos pequeños dormían en un mismo colchón, de una plaza. Quizá alguien que pasó y escuchó esta conversación fue movida a solidarizarse con esta situación y, al día siguiente, en la puerta del domicilio de esta docente estaba apoyado un colchón nuevo que, claro está, Marta llevó para aquella familia y sus dos niños».
La Escuela D. F. Sarmiento, a través de donativos de padres, miembros de la comunidad educativa y de vecinos de LSM preparan bolsones de alimentos para ayudar a familias que tienen sus hijos en el establecimiento, que necesitan de esta vital colaboración. «Sumado a esto, una fábrica de pastas local también colabora con estos grupos para alcanzar y paliar diferentes necesidades», declara Eduardo Silva.
A través de este medio se agradece a Dios por todas las herramientas humanas que utiliza para paliar la necesidad de muchas personas que hoy necesitan contención. «Pensando en esto quisiera compartir estas palabras de Jesús, atestiguadas en el evangelio de San Mateo 25:40: Y respondiendo el Rey les dirá: “De cierto les digo que en cuanto lo hicieron a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicieron”», concluyó el Prof. Silva.