El viernes 2 de junio, en la Universidad Adventista del Plata, se llevó a cabo un programa espiritual de gratitud en el marco de la primera Colación de grados del año.

Las palabras de bienvenida al programa estuvieron a cargo del Dr. Milton Mesa, vicerrector académico de la Universidad, quién se refirió a los graduandos, sus familias, las visitas de los directores de Educación de los campos eclesiásticos de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD) encabezados por el Prof. Eduardo Valentini, director de Educación de la Unión Argentina de la Iglesia Adventista y la Dra. Raquel Bouvet de Korniejczuk, vicerrectora académica de la Universidad de Montemorelos, que asistieron al evento.

Alumnos recibiendo reconocimiento por su paso por la Red Educación Adventista completa

Por su parte, se abrió un espacio para que el Prof. Eduardo Valentini, director de Educación de la Unión Argentina de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, haga entrega de medallas de reconocimiento para los alumnos que estudiaron en una Institución Adventista en todos los niveles de la educación formal.

El mensaje central fue presentado por el Pr. Lucas Muñoz, director del Servicio Voluntario de la Universidad. Este mensaje fue dirigido a toda la comunidad de egresados acerca de aquellos alumnos que han sido parte del servicio voluntariado, contando su experiencia, qué lugar han ido y en qué han ayudado; a propósito de esto, entregó certificados y gratificaciones a cada uno de ellos, e incentivó a que aquellos que no han sido partícipes, puedan aún encomendar su vida al servicio de Dios.

<<Hay alumnos de aquí que no se han dado por vencidos, ni con ese final, ni esa materia o esa campaña de colportaje fallida, porque sabían que el Señor tendría una bendición con ellos si persistían, y así el fruto vendría. La cosecha no es inmediata, hay que esperar, trabajar y madurar. No nos cansemos de hacer el bien, porque las cosas llegan y es una celebración para cada uno de nosotros>>, finalizó el Pr. Lucas Muñoz.

Para culminar el evento, se entregó a cada uno de los egresados un lápiz con una semilla como presente alusivo acerca de que el proceso conlleva frutos y semillas, y que este vuelve a comenzar sucesivamente.

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