junio 2019
Cómo cultivar la cultura de investigación desde una institución educativa
El jueves 6 de junio se expuso la quinta Conferencia Plenaria del III Congreso Sudamericano de Investigación de la Educación Adventista (COSUDI). Esta estuvo a cargo del Dr. Sunia Fukofuka, director del Centro de Aprendizaje a Distancia del Instituto Internacional Adventista de Estudios Avanzados (AIIAS), Filipinas. El Dr. Fukofuka ha desempeñado su carrera docente en varias partes del mundo, países como Nueva Guinea, Ucrania, Kenia, Filipinas y los Estados Unidos. Ha sido galardonado con el premio al Mejor Investigador, concebido por la Asociación Internacional de Investigación Multidisciplinaria, además de otros premios en el área de investigación y docencia. Es un orador y capacitador de recursos en investigación cualitativa para la Asociación de Investigación Institucional de Filipinas y es uno de los ejecutivos fundadores de la Asociación de Investigación Cualitativa de Asia.
El tema expuesto por el Dr. Fukofuka se centró en fomentación de una cultura de investigación. La clave para esto se encuentra en una simple fórmula (de la cual no se puede excluir la presencia de Dios en cada aspecto): procesos capacitadores de las instituciones administrativas, más la disposición individual del personal, da como resultado una cultura de investigación. El más importante de estos factores es la disposición del personal docente. Porque, por más que las instituciones provean todo el material necesario, si no hay disposición de parte del docente, no se puede lograr un buen trabajo. Lo mismo pasa con la presencia de Dios, Él nos puede poner en el camino todas las herramientas necesarias, pero si el docente no tiene voluntad de transitar por ese camino, no se podrá lograr el objetivo.
El académico ponente señaló que entre la enseñanza y la investigación hay una relación inexistente. Para que haya una estructura de conocimiento jerárquico, en donde la investigación realmente sea efectiva en la clase, tienen que exponerse conceptos claves del conocimiento, de los cuales los alumnos puedan estudiar. Si estas estructuras no están en su lugar, el objetivo de investigación se va a perder. Ahora, el hecho de incluir a los alumnos en el ámbito de la investigación, ¿mejora el aprendizaje? La respuesta según Fukofuko, es sí, pero sólo a esos estudiantes. ¿Qué tipo de alumnos? Generalmente, los mejores de la clase. ¿Por qué sucede esto? Porque el arte y la ciencia de enseñar eficazmente es muy diferente al arte y la ciencia de investigar eficientemente. La investigación es un trabajo de tiempo completo, la enseñanza es un trabajo de tiempo completo. Los dos se evalúan de forma diferentes en patrones estándares. El desempeño de esas actividades está relacionado a diferentes resultados, la investigación está relacionada con aumentos o promociones, de la adquisición de otros cargos. La enseñanza está vinculada a la satisfacción y al desarrollo del alumno y, por alguna razón, lamentablemente es considerado inferior a la investigación.
Al final de la ponencia, el Dr. Fukofuka aseveró: «el mundo se mueve tan rápido hoy en día que el hombre que dice que algo no se puede hacer, generalmente es interrumpido por aquellos que sí pueden hacerlo», afirmación que tuvo el fin de incentivar a los docentes presentes para que le contagien la pasión por la investigación a sus estudiantes.
Por Micaela Velardo, alumna del segundo año de Comunicación Social de la UAP