Cuando pequeñas historias construyen 50 años de vocación musical
21
agosto 2025

Cuando pequeñas historias construyen 50 años de vocación musical

El Profesorado de Música del Instituto Superior Adventista del Plata (ISAP) celebrará este fin de semana el 50º aniversario de su primera promoción de egresados, con un programa memorable.

En este marco, UAP Noticias conversó con el profesor Waldemar Wensell, quien dirigió la Escuela de Música en los años en que se logró la oficialización de los títulos, y con la profesora y contadora Cintia Bertellotti, actual directora de la carrera. Ambos reflejan, con sus experiencias, cómo las pequeñas historias personales se entrelazan para sostener una institución que hoy cuenta con cerca de 200 egresados desde 1975.

La historia de la carrera no comenzó con grandes auditorios ni con planteles numerosos. «Cuando llegamos en 1972, el Departamento de Música funcionaba en un chalecito. Había algunas profesoras de piano, un poco de violín, pero muy pocos alumnos», recuerda el Prof. Wensell.

La oficialización de los títulos fue un desafío. Hasta entonces, los estudiantes que querían un reconocimiento formal debían afiliarse a conservatorios privados. Sin embargo, la ley educativa provincial de la época abría una puerta: los títulos aprobados por la provincia tenían validez nacional. «Nos abocamos a crear un currículum sólido, con más materias y mayor amplitud que el plan nacional de entonces. Fue un paso decisivo», explica el Prof. Wensell, destacando el rol clave del profesor Raúl Pérez, vicerrector académico de aquel tiempo, cuyo respaldo resultó fundamental para que la propuesta prosperara.

El recorrido de la carrera ha estado marcado por cambios en los planes de estudio y en el perfil del egresado. «En los inicios formábamos músicos, netamente músicos. Hoy el foco está puesto en formar docentes para el nivel inicial, primario y secundario, según el currículum provincial vigente», señala la Prof. Cintia Bertellotti.

Detrás de cada promoción, hay historias personales que alimentan la identidad colectiva de la carrera. El Prof. Wensell, que creció en una familia marcada por la música y con raíces ligadas a grandes compositores, confiesa que en algún momento pensó en estudiar medicina. «Pero me di cuenta de que podría ser un mejor músico que un mal médico», (sonríe). Su vida docente estuvo atravesada por una visión misionera: «Siempre me consideré un motivador, alguien que buscaba sacar lo mejor de cada alumno, no solo en lo musical, sino también en lo espiritual».

El aniversario número 50 no solo es una efeméride institucional: es también un tributo a quienes hicieron posible que la música se convirtiera en un camino profesional para tantos jóvenes adventistas. Desde aquel pequeño grupo de pioneros en los 70, hasta los estudiantes actuales que enfrentan los retos de la formación docente en tiempos de crisis educativa, la Escuela de Música del ISAP sigue siendo un espacio donde vocación, fe y arte se encuentran.

«Cincuenta años después, lo que celebramos no son solo promociones o títulos. Celebramos las pequeñas historias: las de quienes soñaron con oficializar la carrera, las de los alumnos que hicieron sacrificios para estudiar, las de los profesores que acompañaron con paciencia. Y todas juntas construyen una gran historia», resume la Prof. Bertellotti.

Este fin de semana, el campus se llenará de música, abrazos y recuerdos. Una generación de profesores volverá a caminar los pasillos donde se formaron, con la certeza de que, desde 1975, la melodía de la Escuela de Música del ISAP no ha dejado de sonar.