¿Cómo tomar buenas decisiones y no morir en el intento?
10
abril 2025

¿Cómo tomar buenas decisiones y no morir en el intento?

En este artículo, el Mag. Nicolás Quaranta, director de la Carrera de Administración, en la Universidad Adventista del Plata (UAP), propone profundizar en este mecanismo tan cotidiano, una habilidad que no se limita en su desarrollo dinámico.

¿Te pusiste a pensar alguna vez cómo tomás tus decisiones o cuántas decisiones tomás al día? En nuestro día a día, y más en nuestro ámbito profesional, estamos constantemente tomando decisiones: algunas más rutinarias y simples, y otras mucho más significativas y de mayor impacto. Pero la realidad es que dedicamos muy poco tiempo al análisis y desarrollo de esta habilidad de manera adecuada. Te propongo, en estas pocas líneas, al menos generar algunas ideas rectoras que te ayuden y motiven con este proceso.

Neurociencia de la decisión

La neurociencia en esto de la toma de decisiones tiene todo que ver. En la medida en que entendamos mejor cómo funciona nuestro cerebro, tendremos mejores herramientas para tomar decisiones más acertadas. Nuestro cerebro es algo extraordinario que recién desde hace un tiempo estamos empezando a conocer, y personalmente considero que aún queda mucho más por aprender. Pero esta computadora extraordinaria muchas veces decide operar en modo “ahorro de energía”, lo cual implica repetir ciertos patrones o mecanismos que en algún momento se implementaron, ya que, de lo contrario, el cerebro gastaría mucha energía. Este modus operandi implica que no necesariamente estés tomando decisiones de manera eficiente ni las mejores decisiones. Es importante profundizar en el conocimiento que aporta la neurociencia al proceso de toma de decisiones y ser eficientes en esto cuando sea necesario.

Percepción de la realidad

Esta manera de operar se vincula con la percepción, con nuestra forma de ver el mundo y la interpretación que hacemos del mismo. Hoy en día, todos deberíamos saber que lo que vemos no es el mundo tal como es, sino que vemos el mundo que somos o que percibimos en función de nuestra experiencia de vida. Sí, efectivamente entran en juego una serie de elementos físicos y psicológicos, del pasado y del presente, que afectan la manera en que percibimos la realidad hoy. Las decisiones que tomamos en el pasado, nuestras creencias, experiencias y emociones van a incidir en las decisiones del presente. Y este mecanismo se repite, por lo tanto, las decisiones de hoy van a afectar las decisiones del futuro. Es muy bueno, por lo tanto, que analicemos nuestro proceso de percepción de la realidad, de cómo tomamos decisiones y, principalmente, de cómo definimos el problema u oportunidad en cuestión para resolver.

Emociones vs. racionalidad 

Con esto entra en juego una discusión sobre la racionalidad o la emocionalidad en la toma de decisiones. Lo primero que debemos tener claro es que las emociones juegan un papel crucial en el proceso, por lo cual, negarlas lo único que hace es empeorar las cosas. Lo que podemos hacer es profundizar y combinar lo mejor de los dos mundos.

Como podemos ver, hay mucho por desarrollar en lo que respecta a la toma de decisiones. Te proponemos hacerlo de manera profesional a través de propuestas como nuestra maestría en administración.

 

Mag. Nicolás Quaranta

Mail: info@uap.edu.ar