agosto 2020
Comenzó el dictado del segundo cuatrimestre 2020
El Mag. Horacio Rizzo analiza el escenario que propone esta nueva instancia académica de 2020.
El 10 de agosto comenzó la segunda parte del ciclo lectivo en la Universidad Adventista del Plata (UAP), luego del receso de invierno y el llamado a exámenes finales de julio.
Los distintos equipos técnicos y pedagógicos, en consonancia con el personal de las diferentes unidades académicas y el cuerpo docente, coordinado por los directores de carreras, generaron la logística necesaria para que cada estudiante pueda desafiarse y alcanzar la meta de culminar el año formativo de la mejor manera.
Atendiendo las disposiciones gubernamentales, las clases se dispensarán en forma no presencial hasta que la situación sanitaria vigente permita retomar la modalidad presencial. Sobre este inicio, UAP Noticias dialogó con el Mag. Horacio Rizzo, rector de la Universidad, a lo que respondió: «Los alumnos se encuentran diseminados por distintos países del mundo; otros, en sus respectivas provincias del país y, también, están aquellos que están viviendo en Libertador San Martín o habitando en las Residencias Estudiantiles con que cuenta el campus de la UAP y que alcanzan, estos últimos, los cuatrocientos estudiantes. Gracias a Dios estamos comenzando un nuevo cuatrimestre con la misma matrícula comparada con el segundo período del año pasado. Repito, nuestra gratitud al Señor porque reconocemos que, en el último clic de cada alumno, al cerrar su inscripción, se devela un mundo de esfuerzos y sacrificios (sorteando distintos obstáculos) para alcanzar esta meta de formarse profesionalmente. No conozco particularmente la historia particular de cada uno de los más de dos mil estudiantes que comienzan o prosiguen con sus clases, pero sí puedo ver toda la energía invertida en este proyecto, la voluntad de esos padres que confían a esta Casa lo más preciado, sus hijos».
En torno a este contexto que toca vivir al país y el mundo, el rector de la UAP expresó: «Nuestro compromiso se acentúa en tres puntos focales, equilibrio en las finanzas, finalizar el año académico armoniosamente y, lo más importante, cuidar la salud de nuestros alumnos y plantel docente. Y tenemos fe de que esto es posible, porque confiamos que el trabajo, la entrega y todos los protocolos propuestos, consolidado esto bajo el sustento de Dios, llegaremos a un buen puerto».