Ciento sesenta y un años como Adventistas del Séptimo Día
14
octubre 2021

Ciento sesenta y un años como Adventistas del Séptimo Día

UAP Noticias recuperó un artículo escrito por el Dr. Daniel Plenc, director del Centro de Investigación White, acerca de este hito que marcó significativamente al movimiento adventista. 

El 1º de octubre de este año la Iglesia Adventista del Séptimo Día conmemoró el 161º aniversario de la adopción de su nombre. En efecto, este fue escogido el 1º de octubre de 1860, en Battle Creek, Michigan, decisión que no fue sencilla y estuvo precedida de largas discusiones.

El movimiento encabezado por Guillermo Miller, que proclamó la cercanía del regreso de Cristo, estuvo integrado por cristianos de diversas denominaciones que no formaron, ni desearon hacerlo, una nueva iglesia. Uno de ellos, llamado George Storrs, había dicho que “ninguna iglesia puede organizarse por la invención del hombre que no llegue a ser Babilonia en el momento en que se organiza”.

Con el paso del tiempo, sin embargo, los pioneros entendieron que era inevitable optar por una organización.  Unos diez años después del chasco de 1844, Elena G. de White comenzó a reclamar algún tipo de orden y Jaime White escribió en la Review and Herald sobre la necesidad de una organización.

El reclamo por una organización se fundamentaba en la necesidad de contar con un sistema financiero y legal que pudiera sostener el ministerio y las instituciones, al mismo tiempo que preservara la pureza de su doctrina. Lo más urgente era contar con una propiedad legal para los bienes, las iglesias y la casa publicadora Review and Herald.  Claro que, optar por una organización, demandaba la elección de un nombre.

Del 28 de septiembre al 1º de octubre de 1860 se realizó una reunión en Battle Creek, Michigan, para resolver estos asuntos. José Bates actuó como presidente y Uriah Smith como secretario. Sesionaron algunas comisiones integradas por personas como J. N. Andrews, J. H. Waggoner, T. J. Butler, Jaime White, J. N. Loughbourough, G. W. Amadon, George Lay y Dan Palmer.

Hacia el final del encuentro los delegados estudiaron el asunto del nombre. Muchos defendían el nombre “Iglesia de Dios”, aunque para otros sonaba presuntuoso e inadecuado. Al final, prevaleció un nombre que identificaba las principales doctrinas que ellos sostenían. David Hewitt propuso la adopción del nombre “Adventistas del Séptimo Día” y su moción fue aceptada. Elena G. de White escribió sobre el particular: “El nombre Adventista del Séptimo Día anuncia las verdaderas características de nuestra fe […]”.  “Adventista” se relaciona con la creencia en la segunda venida de Cristo y el “séptimo día” se refiere al día de adoración según el cuarto mandamiento.

Por todo lo dicho, el nombre “Adventista del Séptimo Día” cumplió 161 años, este momento invita a los miembros de este movimiento a reflexionar sobre su significado, sobre la identidad y la misión que prosigue este pueblo.

 

Dr. Daniel Oscar Plenc