Con una masiva convocatoria, los miembros de comunidad educativa de la Universidad Adventista del Plata (UAP) disfrutaron de momentos únicos.

Durante las noches del 19 y 20 de diciembre, los miembros del personal de la Universidad vivieron momentos de camaradería y gratitud en la cena de fin de año. Esta tuvo lugar en el Comedor Universitario y contó con un menú especial preparado por el personal del Servicio de Gastronomía de la Institución. En total, más de mil doscientas personas compartieron momentos distendidos y emotivos.

Dr. Ricardo Costa Caggy y la Prof. Silvia Padró

Cada noche contó con la presencia del Mag. Horacio Rizzo, rector; del Dr. Milton Mesa, vicerrector Académico, y el Lic. Marcelo Sapia, vicerrector Económico-Financiero, quienes encabezaron al equipo administrativo de la institución.

Además de disfrutar del alimento, contar con el sorteo de distintos obsequios y disfrutar de un momento fraternal, el Mag. Horacio Rizzo brindó un mensaje motivador y esperanzador, focalizado en la intención de Dios de acercarse y estar con sus hijos.

Entre los momentos emotivos, el martes en la noche se reconoció la trayectoria de la Prof. Silvia Padró, docente destacada de la Facultad de Ciencias Económicas y de la Administración quien se acogió a los beneficios de la jubilación. Además, el rector de la Universidad oró por dos miembros del personal que fueron llamados a servir en otras instituciones educativas en Argentina: Lic. Alejandro Reyes, quien hasta aquí ejerció como jefe del Departamento de Contaduría y que, desde 2024, estará enrolado en el Instituto Superior Adventista de Misiones; por su parte, el Lic. Álvaro Gamarra, capellán de la institución servirá con esta función en el Instituto Adventista de Balcarce.

Una noche en donde se disfrutó de la camaradería y de la gratitud a Dios

El miércoles, por su parte, también se contó con un espacio de reconocimiento al Dr. Hugo Cotro, Dr. Daniel Plenc, Mag. Carlos Ponce, Silvia Campopiano, Esther Rojo y Juan Carlos Martines quienes disfrutarán una nueva etapa en sus vidas, adhiriéndose a la merecida jubilación.

Al momento del brindis final, el rector de la UAP recordó los milagros que Dios realizó en este año.

Las familias que componen el personal de la UAP tuvieron la oportunidad de acercarse y de vivir el afecto mutuo como una experiencia concreta en una noche inolvidable.