10
septiembre 2020

Animarse, vencer miedos y decidirse por la experiencia del intercambio cultural

El Dr. Ricardo Costa Caggy, director de la carrera de Administración de la Universidad Adventista del Plata (UAP) y el estudiante Matheus Soleder Valfran, comparten detalles acerca de un plan de intercambio cultural que se realizó en esta primera etapa del año.

Matheus Soleder Valfran es un estudiante del Centro Universitario Adventista de San Pablo que estaba llevando a cabo sus pasantías. Gracias a una beca de intercambio, auspiciada por el Banco Santander de Brasil, tuvo la oportunidad de decidir en qué universidad desarrollar esta posibilidad.

A fines de febrero desembarcó en la Argentina, en la UAP, gracias a un convenio existente entre ambas casas de altos estudios, acuerdo que, además, involucra a otras universidades adventistas de Sudamérica. «Mi primera intención fue venir a aprender el castellano, pero, también, tuve la oportunidad de cursar algunas asignaturas en la carrera de Administración. Esto me proveyó de un campo de aprendizaje que supe aprovechar y que redundó en mi crecimiento personal y profesional».

«Estos son los beneficios que resultan de pertenecer a una red educativa, como la que conforma la Iglesia Adventista en Sudamérica y el mundo –afirma el Dr. Ricardo Costa Caggy–. Matheus, como otros estudiantes, eligió esta Universidad para desarrollar en forma intensiva su conocimiento de la lengua española y, además, experimentar una de las facetas apreciadas en el mundo que ostenta la UAP: su misión y visión de formar profesionales capaces de servir en cualquier lugar del mundo. Esta característica misional es muy apreciada por jóvenes de todo el planeta».

A la llegada de Matheu, días más tarde, se desató la crisis sucedida por la emergencia del coronavirus en la Argentina, razón por la cual, muchos de los planes se vieron postergados. «Esto privó a este estudiante de intercambio de desarrollar las actividades previstas –señala el director de la carrera de Administración de la UAP–. Entre ellas, conocer lugares y ciudades de este país. Pero, pudo experimentar la convivencia en las Residencias Estudiantiles que la UAP dispone en su campus. Con ello, también, involucrarse en la dinámica y diferentes actividades que esta modalidad trae aparejada». Para Matheus fue una oportunidad especial y que nunca había experimentado. «En un principio mis padres quisieron que retorne a Brasil, inclusive el Banco Santander me brindó apoyo si yo decidía volver. Pero ya estaba en Argentina y no pasaba por mi mente renunciar a esto. Así que decidí quedarme hasta julio. Además, presté valor a las amistades que logré y eso también hizo más cómoda la decisión. Quiero agradecer al personal de la UAP por tomar todas las medidas y posibilitar mi estadía en esta Universidad. Más valoré esto cuando, a través de amigos, me enteré que en otras universidades del mundo cerraron sus internados y pidieron a sus estudiantes volver a sus hogares».

«Esta posibilidad de estar en la UAP me regaló poder sumar amistades que llevaré por toda la vida –expresa Matheus–. De igual forma, experimentar la cultura de este país y sus costumbres las llevaré por siempre, es muy difícil olvidar algo así. Lo mejor de este intercambio es haber contado con el apoyo de todos, desde mi decano y mi gerente (del lugar donde se desempeñaba laboralmente). De igual forma, con las autoridades de la Facultad de Ciencias Económicas y de la Administración, en especial, del Dr. Costa Caggy quien acercó todas las respuestas para que pudiera llegar y aprovechar a full este lugar. También, y no puedo pasar por alto, el trabajo y acompañamiento que me brindaron la gente de las Residencias Estudiantiles». Al momento de centrarse en los desafíos que se presentaron en esta etapa del intercambio, Matheus aseveró: «Mi español no era bueno y no tenía mucho conocimiento del mismo. Esta situación me atemorizó pues tenía mucha incertidumbre de cómo iba a poder desarrollar mis actividades en la UAP. Al final, todo salió muy bien pues conté con un grupo de amigos que me contuvo y contribuyó a que mi aprendizaje sea satisfactorio. Mi español mejoró muchísimo, pero soy consciente de que me falta mucho para aprender, pero acepto este desafío como un proceso».

Finalizando, Matheus concluyó: «si alguno tiene una oportunidad de realizar un intercambio de estas características, los animo a no desaprovechar esta posibilidad. Estoy seguro de que la experiencia y el aprendizaje que cosecharás tendrá un valor perdurable, para toda la vida. Indudable lo vas a disfrutar. Animate, vencé tus miedos y decidí por esta forma de crecer. Esto es lo que me dejó esta experiencia en la UAP».