agosto 2019
El grupo JAM colaboró en San Carlos Centro
Durante la semana del 28 de julio al 3 de agosto, diez misioneros voluntarios de la agrupación Jóvenes Adventistas en Misión (JAM) de la Iglesia de la Universidad Adventista del Plata (UAP) concurrieron a la provincia de Santa Fe con el fin de concluir la construcción del templo de la ciudad de San Carlos Centro. El objetivo principal de este grupo es dedicar las semanas de receso invernal para viajar a distintos puntos de la Argentina y países limítrofes con el fin de colaborar en trabajos de construcción de iglesias adventistas. Además, los jóvenes misioneros realizan otras actividades de servicio a la comunidad en la que emprenden sus proyectos.
El grupo estuvo compuesto por estudiantes de la Universidad Adventista del Plata y por constructores profesionales de Libertador San Martín.
El contingente viajó con el plan de realizar terminaciones en la construcción y remodelaciones del templo. La gente del lugar lo recibió con mucho amor y entusiasmo. Además, en las tardes y en las noches se realizaron actividades direccionadas a la promoción de la salud y al evangelismo, adaptado al proyecto local de la Iglesia Adventista.
Acerca de la recepción que tuvo JAM de parte de la población de San Carlos Centro, Jacob Martínez, líder del grupo JAM, expresó: «La gente de este lugar, en especial los miembros de la IASD local, nos recibieron de la mejor manera, con los brazos abiertos y sus hogares también, pues ellos nos alojaron durante estas jornadas».
En cuanto a las tareas particulares que realizaron, el líder de JAM, consignó: «Trabajamos en la instalación sanitaria, de cloacas y eléctrica. Además, se avanzó con una medianera y un entrepiso en el edificio del templo».
En las noches los jóvenes del grupo lideraban una semana de oración, la cual estaba conformada por distintas actividades, a saber: alabanzas, adoración y cápsulas de salud, entre otras.
Al momento de analizar los motivos que mueven a este grupo a realizar esta tarea, Jacob Martínez afirmó: «Nuestra propuesta es en respuesta al llamado de Dios a servirlo. Nos sentimos satisfechos y felices del trabajo que se logra y de las amistades que forjamos en cada viaje que realizamos».
Por su parte, el Pr. Rodrigo Milla, capellán de la UAP que acompañó al grupo, compartió su balance de la actividad realizada: «Durante las noches, terminadas las acciones programadas para el día, nos reuníamos para sacar en limpio todo lo realizado. Evaluábamos todo, y en esos momentos les decía el efecto motivador e inspirador que producían en mí todo lo que estas personas, desinteresadamente, hacían por el bienestar de su prójimo. La camaradería que convive en el grupo JAM es un privilegio experimentarlo, y doy gracias a Dios por ello».
Muchas fueron las bendiciones recibidas antes del viaje, durante y después de él. Los ojos de la comunidad estuvieron puestos sobre la tarea que realizó el grupo y por la gracia de Dios, el testimonio brindado servirá para que muchos se acerquen a Cristo.