Fundados en la inalterable confianza en Dios
5
abril 2024

Fundados en la inalterable confianza en Dios

Transcurriendo los ciento veintiséis años de trayectoria educativa, la Universidad Adventista del Plata (UAP), inició un nuevo período lectivo ligado a miles de sueños que anhelan un futuro superador.

En un contexto universitario internacionalizado, el campus de la UAP recibe a muchos jóvenes provenientes de diferentes naciones, culturas y escenarios que enriquecen la vida estudiantil.

Y es que, cada trama personal requiere de un trato particular, personalizado proceso que en la Universidad se presta a través de equipos profesionales que acompañan al alumno en su devenir formativo. Acerca de estas cuestiones que entrecruzan a la comunidad educativa de la UAP, el Mag. Horacio Rizzo, rector de esta Casa comentó: «Tuvimos un inicio del ciclo lectivo desafiante, no solo enfocado en el contexto nacional, sino también, global. Y no todo gira en el entorno económico, tenemos estudiantes que arribaron desde regiones del mundo que están afectadas por conflictos bélicos o que tienen familia que habitan en lugares cercanos a estas realidades. Lluvias, sequías y otros fenómenos afectan también a un amplio espectro del alumnado, lo que trae aparejado una serie de situaciones que desafían la convivencia universitaria. Debo destacar el trabajo de los diferentes equipos de la Universidad que mantuvieron diversos contactos con muchas familias, alcanzando resultados satisfactorios y que redundaron en la posibilidad de que una gran cantidad de jóvenes puedan formarse en la UAP».

Continuando con su alocución, el Mag. Horacio Rizzo puntualizó: «En este escenario, tuvimos un arranque de año muy bendecido. Con respecto a esto y recurriendo a un dato duro, como lo puede ser el número de alumnos, podemos decir que, comparado con el año pasado, contamos con un estudiantado superior, de entre un 3% a 4%. De igual modo tenemos grandes desafíos, como, por ejemplo, los jóvenes que no pudieron completar el proceso de matriculación por cuestiones económicas; hecho suscitado, aunque la institución y miembros de la comunidad pusieron lo mejor de sí para solventar estas necesidades, a través de donaciones, becas y otras ayudas. Aun así, cada cierre de mes será un gran desafío».

La Universidad, como institución confesional, sustenta sus cometidos sobre la base de una plataforma inalterable, a saber, la compañía, cuidado y guía de Dios. «Estamos comprometidos como familia universitaria a estar constantemente orando por la salud y los sueños de los estudiantes (y sus seres queridos) –enfatiza el Mag. Rizzo–. A esto se suma el compromiso y el trabajo que propone el equipo que conforma cada área de esta Casa para ayudar y contener a cada alumno. Claro está, cada impronta es puesta en manos de Dios, para que ejecute su voluntad en cada aspecto que compone la vida en este campus. Estamos expectantes, pero muy agradecidos por lo acontecido hasta aquí».