El sábado 25 de noviembre, por la tarde, se realizó el culto de Acción de Gracias y el bautismo de los niños de la escuela primaria en el templo de la Universidad Adventista del Plata (UAP).

Ante una amplia convocatoria de las familias que componen esta comunidad educativa de la Escuela N.º 104 Domingo Faustino Sarmiento, se desarrolló esta fiesta espiritual que conjuga la gratitud y la alegría de testimoniar acerca del cuidado y guía de Dios para con los alumnos y el equipo docente del establecimiento formativo.

Niños disfrazados para la parte especial del programa de Acción de Gracias.

Sobre este programa, UAP Noticias dialogó con la Prof. Gabriela Rossi, directora de la Escuela, quien dejó un detalle de lo vivido en la tarde del sábado: «Hace tres años que hacemos este programa de Acción de Gracias y bautismo. Sin embargo, este año, fue distinto por la participación de todos los niveles de la escuela, lo que le dio un marco significativo a esta propuesta, que estuvo asentada en nuestra convicción en la gratitud, la compañía, y el compartir estos valores y principios con todas las familias y los alumnos. Se trató de un programa completamente musical, la idea fue trabajar con los alumnos en su conjunto, labor que estuvo acompañada con la profesionalidad y creatividad del Prof. Germán Osorio, quien creó casi la totalidad del repertorio. Es súper lindo tener canciones inéditas, propias de la escuela».

Luego, la Prof. Rossi habló sobre la experiencia de este especial acontecimiento institucional: «Les mencioné a los docentes y a los directivos que vinieron más familias que otros años. Sin dudas, este sábado fue súper lindo, pues vi un gran compromiso y el aporte de las familias. Fue la labor de un gran equipo quien logró concretar con éxito este programa, sobre todo los docentes del establecimiento quienes estuvieron practicando en la escuela y en la iglesia de la universidad, durante un buen tiempo y con mucha anticipación».

También, la directora de la Escuela agregó que los protagonistas fueron los niños: «Ellos son los que llevaron el mensaje de que La Biblia es la palabra viva de Dios: Hay que agradecerles también a ellos». Continuando con su alocución, consignó: «Cuando uno ve el tiempo y el compromiso del otro puede observar el trabajo del Espíritu Santo en cada voluntad, uniendo cada pieza y trabajando en los corazones de las personas. No hay palabras para describirlo, el sábado sentíamos que la palabra “gracias” no alcanzaba».