31
agosto 2023

Nicolás Kasanzew: << No importa ganar o perder, lo importante es cómo luchar >>

El 25 de agosto arribó a la Universidad Adventista del Plata (UAP) el periodista Nicolás Kasanzew, único corresponsal bélico que cubrió la Guerra de Malvinas.

Kasanzew comenzó su carrera en el periodismo como colaborador del diario La Nación, y luego en la revista Siete Días. También trabajó en los programas Video Show (Canal 11), Mónica Presenta (Canal 13) y 60 Minutos (Canal 7), entre otros.

Fue autor de varios libros tras su llegada de Malvinas, entre ellos: Malvinas, a sangre y fuego y La Malviníada.

El reconocido periodista visitó el Campus Universitario a fin de poder realizar diversas ponencias con estudiantes del Instituto Adventista del Plata (ISAP), estudiantes de Comunicación de la Universidad y también para la comunidad de Libertador San Martín.

UAP Noticias dialogó con Nicolás Kasanzew, acerca de cómo las Malvinas impactaron en la vida de los argentinos: <<La Guerra de las Malvinas será reconocida como a la par del Cruce de los Andes; significó una epopeya nacional porque fue Argentina contra el mundo, no sólo contra Inglaterra>>.

<<Los propios jefes militares ingleses testimonian que estuvieron a un tris de retirarse, hay documentación que testifica esto. Sin embargo, la historia describe a los que ganan porque fue escrita por Inglaterra y Argentina la difundió hace más de cuarenta años con un cúmulo de ideas falaces, sobre que las Fuerzas Armadas Argentinas en Malvinas estaban totalmente mal. No obstante, apuesto que necesitamos el ejemplo del heroísmo como una levadura para levantar a nuestro país>>, sostenía.

Al preguntar sobre su experiencia en la profesión, el reportero Nicolás Kasanzew consignó: <<Había participado en algunas coberturas de guerras civiles en Centroamérica entre 1979 y 1980. De igual forma, eran otro tipo de guerra de baja intensidad, más bien, guerras de tropas irregulares. Malvinas fue especial porque tenía elementos de la Primera Guerra Mundial: la guerra de trincheras, de la Segunda Guerra Mundial: la guerra aeronaval, y de una tercera, que, si bien no ha ocurrido, tuvo elementos de una guerra electrónica>>.

Nicolás Kasanzew junto a su esposa en reunión con el Mag. Horacio Rizzo.

<<Lo bueno que siempre recordaré será el heroísmo de nuestros combatientes, sobre todo por las manifestaciones del amor al prójimo, al hermano soldado. De esto hay un centenar de historias que deberían ser conocidas. Lo malo es la desidia del generalato y el almirantazgo. Nosotros siempre hemos sido traicionados por la clase dirigente; en ese momento esta élite llevaba uniforme, pero es una constante que se repite hoy en día>>, asentó el corresponsal Nicolás Kasanzew sobre su disquisición de lo bueno y malo de su experiencia en las Islas Malvinas.

Al sondear acerca de cómo Nicolás Kasanzew contempla la falta de espíritu en los argentinos, en contraposición a la de los combatientes de Malvinas, quienes siguen mostrando orgullo y valentía, opinó: <<La culpa la tiene el sexismo obsceno de que, si nos ocurre algo malo, siempre le damos la espalda. Yo siempre cito las palabras de San Martín que condecoró al Coronel Pringles con una orden que decía <<Gloria a los vencidos>>, porque el libertario entendía muy bien que en la guerra como en la vida no importa si uno gana o pierde, lo trascendental es cómo luchar. Y eso es lo que nos falta a los argentinos: tener en cuenta los fracasos>>.

Nicolás Kasanzew, al referirse a su visita al ISAP, valoró lo que significa dialogar con los adolescentes, a modo de poder transferir esta experiencia en nuevos conocimientos de lo que fue la historia: <<Lo que yo cuento son verdades universales de coraje y del amor al prójimo. El joven todavía no está contaminado al cinismo de los adultos, y en este sentido, podés sembrarle estas ideas porque es una tierra fértil. Al dar charlas, las reacciones de los jóvenes se reparten en tres etapas: la primera es de asombro al conocer las particularidades de la historia que no han sido contadas. La segunda suele ser la indignación acerca de cómo impacta en cada uno el hecho de que esas cuestiones no se hayan enseñado en la escuela. Y la tercera es que comienzan a sentir el amor a la causa, y el joven aún no contaminado, lo reconoce y valora>>.

Al hablar sobre el joven estudiante de Comunicación expuesto en el día de hoy a la contaminación, Nicolás Kasanzew mencionó el objetivo de la charla que dio a los alumnos: <<Fundamentalmente lo que uno aprende muchas veces es a los golpes: hasta que no se vive es difícil copiar el ejemplo ajeno. Aunque, de igual forma, modestamente de lo que he vivido, pretendo otorgar herramientas a los jóvenes para prevenir ciertos aspectos y motivar a otros caminos. El periodismo, que es la profesión a la que me dediqué y que resulta de la Comunicación, te confiere una juventud inmortal; uno siendo periodista debe tener una mentalidad joven, de otro modo, no se puede ser periodista. Por lo que se debería apostar a adquirir y potenciar la capacidad de asombro y la necesidad de compartir>>.

Estudiantes del ISAP en la ponencia.

Sobre los desafíos del periodista de hoy, Nicolás Kasanzew consignó: <<La cuestión es volver al periodismo de antes, porque se ha ingresado en una época de militancia de ambos lados. El periodista tiene que informar y es ahí cuando la gente tiene que sacar sus conclusiones si está bien o mal. Se han borrado esas líneas y eso me parece que es lamentable. Para mí eso no es periodismo>>.

Al interpelar sobre lo que le significa contar la historia a las personas, Nicolás Kasanzew declaró lo que pretende transmitirle al público: <<Yo, sobre todo lo que quiero dejarles es la curiosidad y la impronta de que ellos busquen e investiguen por sí mismos. Es un defecto de los argentinos consumir lo que se vende sin un previo análisis y sin evaluar lo que se comenta. Por lo tanto, es de mi personal deseo que los jóvenes aprendan a discernir entre lo que es mentira y lo que es la verdad, porque es importante para la vida privada y en los temas que competen en la política, historia y demás. Contrariamente, si no cambiamos de paradigma continuaremos siendo engañados como hasta ahora, significándonos un mal escenario. Es mi deseo que los argentinos conozcan la verdad histórica, considerando que tiene un potencial de insuflar una vitamina moral a la población de estas historias de amor al prójimo, de magnanimidad y de heroísmo. Sin esto no se ejerce una nación como tal, y precisamente por este motivo estamos en riesgo de desaparecer como Patria. Lo que quiero es que los jóvenes se interesen y aprendan porque al conocer la verdadera historia de la Guerra de las Malvinas, tendrán una palanca de Arquímedes para dar vuelta la decadencia del país>>.

Al dialogar sobre la vida de los excombatientes tras la guerra, Nicolás Kasanzew comentó: <<Lo que siento es hermandad. El haber estado con ellos en un momento donde la vida corre peligro, al hombre que lo tenés al lado lo sentís más cercano, como si fuera un hermano de sangre. Hay como un hilo invisible que nos une a todos los que estuvimos allá, porque pueden pasar cuarenta y un años sin vernos, pero, sin embargo, cuando lo hacemos de nuevo nos reconocemos como familia y eso nos da alegría>>.

<<Es un revisionismo histórico lo que hago, es decir, contar la historia completa porque se la conoce parcialmente. Ocurre que la mayoría de los argentinos están ciegos ante la verdad. Ya es hora de ver la historia completa: mostrar lo malo y lo bueno, e insisto, los valores tienen que ser transmitidos mediante los ejemplos. Estoy convencido de que entre nosotros caminan semejantes al Sargento Cabral o al Antonio “Negro Falucho” Ruiz. -Y agregó- Lo que anhelo es que abran los ojos para entender que la Guerra de las Malvinas fue una epopeya y que aún no ha sido reconocida como tal. Aun así, yo soy una persona optimista, nunca pierdo la esperanza, por eso mismo siento que hay atisbos de posibilidades de cambio>>.

Al concluir, Nicolás Kasanzew estimó su visita a la Universidad Adventista del Plata: << De la Universidad me llevo el agrado y el asombro de la organización perfecta para todos estos momentos que me involucraron. Me alegra que existan en este lugar valores que resisten a la degradación de la persona>>.