11
marzo 2021

Un campus abierto y controlado

El Dr. Kenny Vicente, director de Servicios Asistenciales Académicos de la Universidad Adventista del Plata (UAP), comparte detalles y alcances de los protocolos que rigen esta vuelta a clases.

La Universidad, desde la irrupción de la pandemia desatada por el COVID-19, conformó, en febrero de 2020, un Comité de emergencia y prevención (Comité de Emergencia Sanitaria – COES) que atiende, entre otras situaciones, las demandas de los alumnos que habitan las residencias estudiantiles y todo el movimiento institucional que implique un riesgo por la transmisión del virus.

Este Comité es presidido por el Mag. Arturo Finis, vicerrector de Comunicación y Relaciones Institucionales, y está compuesto por personal administrativo, eclesiástico, de salud mental y del área física.

UAP Noticias dialogó con el Dr. Vicente acerca de los desafíos que presenta esta vuelta a la presencialidad, a lo que expresó: «En realidad la UAP estará desarrollando el ciclo lectivo en forma mixta. No podemos comparar esta nueva realidad con lo que se vivió en 2019. Aún el coronavirus está entre nosotros y el dictado de clases está amoldándose a los parámetros sanitarios autorizados por los entes gubernamentales pertinentes. El decreto provincial N° 125 se fundamenta en la autonomía universitaria para que estas instituciones vayan retornando a la presencialidad, según la realidad de cada establecimiento». 

Consultado acerca del espacio de atención primaria de la salud que funciona dentro del campus de la UAP, el Dr. Vicente consignó: «Es así. Disponemos de una guardia médica permanente y un equipo de enfermeros que están preparados para atender las primeras necesidades de los residentes estudiantiles. En caso de no poder responder al caso que se presente, el mismo se deriva al Sanatorio Adventista del Plata (SAP)».

La UAP está abocada y concientiza acerca de los principales criterios de prevención, a saber

  • Mantener la distancia física de 2 metros entre las personas
  • Lavado y/o desinfección de manos frecuente
  • Uso de barbijo de manera correcta (cubriendo mentón, nariz y boca)
  • Ventilación natural de los lugares cerrados
  • Higiene de superficies

«Todos los protocolos están enfocados en proteger a cada miembro de la comunidad educativa; además, los espacios de reunión contemplan estas medidas y los correspondientes aforos; estas acciones culminan en la responsabilidad individual», sostiene el director de Servicios Asistenciales Académicos de la UAP.

UAP Noticias preguntó al galeno sobre cuál es el accionar ante la aparición de un COVID-19 positivo, a lo que consignó: «Ante cualquier caso sospechoso o confirmado, la persona en cuestión es puesta en aislamiento y se hace el rastreo de los posibles contactos estrechos, quienes deberán acogerse a igual procedimiento. Toda esta acción está protocolizada, llevada adelante por personal preparado para esta situación y contando con los espacios físicos correspondientes».

El alumnado nacional que está llegando a la UAP, debe presentar un hisopado negativo para poder ingresar a este campus. Los estudiantes extranjeros deben venir con el mismo estudio y resultado, realizado 72 horas previas al ingreso a la Argentina, completando a su arribo diez días de aislamiento, que se cuentan desde el momento de la toma del hisopado. Los alumnos que habitan las residencias estudiantiles deben llevar este proceder en dependencias que la Universidad preparó. Mientras que, los alumnos externos realizan esto en sus respectivos domicilios. Cumplidos estos protocolos, los estudiantes son identificados con una pulsera, permitiendo el normal acceso al campus que, en esta modalidad, es abierto y controlado.

Desde el Comité de prevención, el personal de la Vicerrectoría de Bienestar Estudiantil y cada miembro de la comunidad universitaria están ocupados en cuidar la salud de todos. Por esto se invita a toda la población a continuar, sin claudicar, con el respeto por los pilares de la prevención de contagio del virus SARS-CoV-2 que provoca el COVID-19: uso de barbijo, distancia social e higiene permanente de manos. Además, ante la aparición de síntomas, tomar el recaudo de aislarse e informar a las personas que estuvieron en contacto estrecho. De igual forma, hacer el debido aviso a las autoridades sanitarias locales.