24
septiembre 2020

Aprovecha el día (Carpe Diem)

En este diálogo con la Dra. Marta Bina, desde este espacio de difusión, intentamos aquilatar la riqueza que tiene el aprender de la vida y sobre el constante dinamismo que este proceso tiene. Esto, a colación del Día del Estudiante y los alcances que tiene esta celebración para todos.

En este momento nos tomaremos la licencia de parafrasear al poeta romano Quinto Horacio Flaco (65 A.C.- 8 A.C), quien acuñó la frase “Carpe Diem” (aprovecha el día), en beneficio de dar dirección a este artículo. La propuesta sería «aprovecha la vida».

El correlato de este texto trae aparejada la impronta que, más allá del estudio formal realizado, la vida (paralelamente) nos brinda enseñanzas que no podemos obtener de otra manera.

La Dra. Marta Bina, médica pediatra, docente, escritora y estudiante inexorable tuvo la gentileza de compartir con nosotros aspectos de su vida que la hacen hoy aquella alumna de su San Luis natal. «Soy estudiante desde que tengo memoria. Después de finalizar Medicina, posgrados, especialidades, desarrollé otras carreras. Completaba una y seguía con otra. Los últimos estudios que realicé, en modalidad no presencial, fueron las tecnicaturas superiores en Corrección de Textos y en Redacción, en el Instituto Superior de Letras Eduardo Mallea. Ahh, y continúo realizando los cursos de actualización en Pediatría. ¡Pero ahora dije basta! Con cuatro veces veinte primaveras encima y tres años de regalo del Señor».

La pregunta que surge es, uno relaciona el estudio con los jóvenes o, por el simple hecho de estudiar uno se mantiene joven. «Me considero una estudiante crónica. Aprendí a leer a los cuatro años y mi papá, que solo terminó la primaria, fue quien me inculcó el hábito de la lectura, amor por la lengua castellana y fue quien me inició en el estudio de esta. También mi madre, quien era docente, formó parte de este aprendizaje. Me crié en un ambiente en donde estudiar era tan habitual como cepillarse los dientes y se le daba tanto valor a la educación, que crecí con el concepto de “Tanto sabes, tanto vales”. Y no perdí el tino, porque tuve, a esta altura de la vida, que amigarme con las tecnologías y seguir el camino de formarme continuamente. Esto me lleva a afirmar que la juventud se lleva en la mente. Aunque me toca transitar en el invierno de la vida, mi mente, mi pensar y mi corazón viven en primavera».

Un pensador anónimo afirmó: «Ser un estudiante significa educarse en la vida». «Existe un proceso de enseñanza/aprendizaje en cada cosa que percibimos –observa la Dra. Bina–. Manteniendo una mente abierta, tenemos esta posibilidad. Jesús nos insistió en aprender del libro que es la naturaleza. Además, podemos instruirnos de los chicos, de los animales, entre otros. Teresa de Calcuta afirmaba que los niños son los mejores maestros. Al recordar mis profesores, vienen a mi mente los más exigentes y conocedores de su materia. Esto significa para mí que estos referentes tenían un profundo conocimiento de la vida, de las relaciones humanas, de la gente y, lo que es más importante, de sus alumnos. Desde que comenzó la carrera de Medicina en la UAP y, durante mis 23 años de docencia en esta, lo que más valoro es mi relación con los estudiantes. Porque ser profesor, es ponerte en el lugar de tus alumnos (etapa que ya pasaste) y, durante este proceso se concreta una retroalimentación que enriquece a los actores involucrados. Y esto trasciende el aula, porque repercute en nuestras prácticas personales y profesionales».

Como expresara el compositor francés Michel Legrand «Cuanto más vivo, más aprendo. Cuanto más aprendo, más me doy cuenta de lo poco que sé». Teniendo esto en mente y, de alguna manera, este camino de la vida nos enseña a ser discípulos. «Sí, claro. Lo somos de Jesús, el gran maestro –consigna la Dra. Bina–. En este camino todos debemos disciplinar nuestro estudio, al cual todos tenemos acceso a un curso educativo muy especial, en donde la Biblia y la naturaleza son los dos grandes textos por explorar. Y este programa es un plan por toda la eternidad, en donde no se encontrará límites en el conocimiento, siempre habrá una nueva empresa por emprender. Pero claro, dispondremos del mejor de los Maestros para guiarnos en este aprendizaje, Jesús».