13
agosto 2020

Más alumnos se beneficiaron con +Música +Educación

El Mag. Christian Müller nos acerca más detalles y repercusiones que sigue teniendo aquella propuesta solidaria destinada a ayudar a estudiantes de la Universidad

Durante los días 23, 24 y 25 de abril, la Universidad Adventista del Plata (UAP) preparó tres programas musicales, en línea, con el objetivo de sumar ayudas para los alumnos que estuvieron colportando y que no tuvieron la posibilidad de cerrar la campaña de verano por motivos de la pandemia de coronavirus (COVID-19). También para aquellas familias que sufren necesidades, que se encuentran en una situación comprometida por este contexto sanitario y económico tan desafiante y cuya meta es que sus hijos puedan continuar con su formación universitaria.

Fue así como, gracias al liderazgo de la administración de la institución y la logística originada en la Secretaría de Desarrollo Institucional cientos de personas de todo el mundo, entre los que se encontraban amigos, egresados, donantes y simpatizantes con la visión y misión de la Universidad, colaboraron para que este plan beneficiara a la mayor cantidad de estudiantes. En una primera instancia, el proyecto proveyó de recursos a más de doscientos jóvenes. Pero esto no acaba aquí. Días atrás, la Comisión Interna de la Universidad definió treinta y cinco nuevos aportes, repercusiones de aquel plan solidario encausado en abril.

Como se manifestó, +Música +Educación resultó en más que tres conciertos solidarios, pues fueron definidos por la expresión simbólica y material de lo que la gratitud y el bienestar del prójimo pueden lograr, enfocado en una cosmovisión cristiana de dependencia y adoración a quien lo sustenta todo, y hace posible lo imposible: Dios.

«Impresiona y sensibiliza la forma en que aquellos conciertos solidarios siguen dando frutos, repercutiendo en la gente y llamando a continuar ayudando –comenta el Mag. Chirstian Müller, secretario de Desarrollo Institucional–. A través de donar.uap.edu.ar muchas voluntades acompañaron este desafío y continúan haciendo sus aportes para que más jóvenes puedan obtener ese empujón para alcanzar la meta que se propusieron. Estas historias y hechos nos direccionan constantemente a la gratitud a Dios».

Pero la connotación de este proyecto superó lo explícito. «El impacto social, de acercamiento que se materializó entre los alumnos y la gente que hizo su aporte, la forma en que sensibilizó a la familia de la Universidad superó todas las expectativas económicas esperadas, fue mucho más –afirma el Mag. Christian Müller–. Dios posibilitó y nos regaló esta experiencia que redundó en aprendizaje y confianza para todos y en reconocer el sustento y guía que nos depara constantemente el Señor a esta comunidad universitaria».