11
junio 2020

Un trabajo sinérgico que potencia

Los doctores Luis Felipe Segura y Daniel Yáñez se concentran en la dinámica colaborativa entre las carreras de Medicina de la Universidad Peruana Unión y la Universidad Adventista del Plata, respectivamente. En la nota comparten las experiencias y oportunidades que se suscitan en este contexto de emergencia que provocó el coronavirus.

Esta situación de crisis sanitaria vigente en estas latitudes desafió a más de un equipo en sus responsabilidades de gestión, en su prestación de servicios e, incluso, en sus capacidades de innovar en un contexto social y económico inestable.

La Universidad Adventista del Plata (UAP) dispuso, desde el inicio de este escenario planteado por el coronavirus (COVID-19), una serie de acciones que le permitieron sortear distintas coyunturas, entre ellas, no discontinuar el dictado de clases, sosteniendo su calendario académico desde la modalidad no presencial.

La carrera de Medicina no ha sido la excepción en este devenir de compromiso y esfuerzo por mantener el año lectivo y la calidad que merece cada uno de los estudiantes que confiaron su formación a esta Casa de altos estudios. «Desde el equipo de gestión y el cuerpo docente se están invirtiendo esfuerzos y horas de trabajo para que esta impronta educativa continúe –expresa el Dr. Daniel Yáñez, director de la carrera–. Desde los inicios, en esta propuesta académica se han marcado hitos históricos que robustecieron este proyecto y hoy, esta no es la excepción. Docentes y alumnos han convergido en esfuerzos mancomunados para seguir en pos de los ideales planteados».

En este sentido, el jueves 4 de junio y, desde la cátedra de Semiología, el Dr. Fernando Cabrini, titular, brindó una clase internacional sobre insuficiencia cardíaca, momento en el que participaron también alumnos del tercer año de Medicina de la Universidad Peruana Unión (UPeU). «Esta posibilidad viene concretándose desde hace un par de años y es una posibilidad muy gratificante poder compartir y colaborar en instancias de formación con universidades hermanas, como lo es la UPeU, pensando en potenciar las oportunidades y compartir la diversidad que este contexto permite capitalizar –afirma el Dr. Yáñez–».

En este diálogo mantenido con UAP Noticias se sumó el Dr. Luis Felipe Segura, director de dicha carrera en la UPeU, y tomó cuerpo la idea del trabajo formativo y tutelar que lleva adelante el docente, en este caso, desde distintas posibilidades de abordaje y diferentes contextos de relación con los alumnos, esquema que ha permitido la tecnología en este contexto tan inusual, a lo que consignó el galeno peruano: «Primero, deseo agradecer al Dr. Yáñez y al Dr. Milton Mesa, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la UAP por el apoyo que nos han brindado desde que iniciamos nuestro derrotero formativo médico en nuestra universidad, hace ocho años. El aporte de la experiencia de la carrera de Medicina de la UAP fue muy valorado por la UPeU. Retornando a la proposición, la educación en una institución adventista se diferencia por esto, porque no solo buscamos profesionales competentes, sino también hombres socialmente responsables y, aún más, que se perfilen como ciudadanos del cielo. Y esta es nuestra marca distintiva en todo el mundo. De esto surge la impronta del cuidado que tenemos por nuestros estudiantes, de cerca y personal, claro que estas circunstancias nos obligaron a adaptarnos en este proceder y, ayudados por la tecnología, nos mantenemos relacionados con los alumnos, atendiendo desde el plantel docente y apoyado por un gran equipo técnico y de gestión, las distintas necesidades personales y espirituales de los potenciales profesionales. Esto también destaca a la educación adventista».

El trabajo en red, cooperativamente y la irrupción acelerada de la tecnología en el espacio formativo abrió la oportunidad de compartir espacios de capacitación y extensión disolviendo las fronteras materiales del aula y las geográficas, propias de una nación. Y esto se explicitó en la clase compartida por el Dr. Cabrini y que conforma un plan dinámico para ambas instituciones. «Es así –puntualiza el Dr. Yáñez–. Esta propuesta materializa lo que se viene haciendo a través de la gestión de ambas carreras, desde hace dos años, y con la utilización de la plataforma virtual con que cuenta la UAP discutimos casos clínicos, desde las cátedras de las dos universidades, presentaciones que pivoteaban recíprocamente. Y esto es continuidad. En este contexto pudimos tener una nueva oportunidad de compartir una clase de Semiología, en este caso desde la UAP. Fue una experiencia internacionalizada y muy enriquecedora». Por su parte, el director de la carrera de Medicina de la UPeU dijo: «Hay una palabra para describir este trabajo “sinergia”, es decir, no solo se suman los esfuerzos, sino que este empeño se potencia. Esto se reproduce en el trabajo que estamos realizando con la UAP y somos beneficiados en ambas partes. Tengo que decir que la clase del Dr. Cabrini fue excelente y, a modo de primicia, el 18 de junio estaremos brindando la siguiente clase. Pero lo más importante de esto es que estamos trabajando como instituciones, hermanadas en un mismo propósito: formar médicos al servicio de su comunidad».

Esta es solo una muestra de lo que se realiza en cada propuesta académica de la UAP, poniendo de relieve un accionar de excelencia y servicio para todos los que componen la comunidad educativa, reacción que se ve reflejada en beneficios y acciones directas para la sociedad en su conjunto.