Experimentando el voluntariado en la Universidad Adventista del Plata
12
septiembre 2019

Experimentando el voluntariado en la Universidad Adventista del Plata

Agostina Mordini es cruzdelejeña (Pcia. de Córdoba), estudiante de Derecho y desde marzo de este año, forma parte del Servicio Voluntario Adventista (SVA), programa oficial de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, que tiene el propósito de poner a disposición, de forma organizada, oportunidades de servicio temporario para jóvenes y adultos, estudiantes y profesionales, en regiones necesitadas del mundo, apoyando la proclamación del evangelio.

UAP Noticias se acercó a su lugar de desempeño, como colaboradora con el equipo del Centro de Estudio sobre Derecho y Religión (CEDyR) de la Universidad Adventista del Plata (UAP) en el Edificio Lincoln Hall, para conversar acerca de esta experiencia, en su propio país.

¿Cómo surge la idea de dedicar un año para ser voluntario?

«Realmente, la decisión fue un proceso que me llevó tiempo, y que comenzó dos años antes de iniciar mi tarea como voluntaria. Incluyó mucha oración y planificación, ya que busqué llamados que tuvieran que ver con la carrera que estoy estudiando. Tenía deseos de servir en esta área específica, porque, a pesar de los prejuicios que hay en la Iglesia sobre ella, estoy convencida que se puede ayudar desde la preparación jurídica».

¿Cómo llegaste a la UAP para hacer esta misión?          

«Surgió así: hay una página del Servicio Voluntario a nivel mundial, que se llama Adventist Volunteers. En 2017 preparé mi perfil rellenando los datos solicitados (experiencia dentro de la iglesia, formación académica y Curriculum Vitae); mientras tanto, investigaba qué organizaciones ofrecían voluntariados vinculados con Derecho y religión. Además, ese año, asistí al Congreso Internacional I Will Go, que se llevó a cabo en este campus; ahí tomé muchos contactos para acaparar ideas, pero no encontré uno específicamente con mi deseo, así que continué atenta a la página del SVA, hasta que vi el llamado para el CEDyR y apliqué para él».

¿Qué tarea desarrollas como parte del equipo del CEDyR?

«Desempeño labores administrativas de apoyo al Dr. Juan Martin Vives, director del Centro, y además, al estar en contacto con abogados que se dedican a inquirir sobre la libertad religiosa, estoy investigando sobre este derecho fundamental. También ayudo en la difusión y promoción del Centro manejando las redes sociales y, eventualmente, participando en programas de la radio de la UAP. Entre las colaboraciones que tuve con el equipo del CEDyR, y una de las que más marcó mi desempeño dentro de mi experiencia jurídica, fue sumar mi trabajo al informe que se presentó como amicus curiae de la Corte Suprema de Justicia, en donde se argumentó en una causa referida a la libertad religiosa (ver nota)».

¿Qué frutos observas que genera esta obra en el nivel personal?

«Sin perjuicio de que, cuando uno está disponible para un voluntariado, ofrece tiempo, capacidades y saberes, el crecimiento ganado, en todos los aspectos de la vida, es evidente. En mi caso, al pararme en el tiempo, me he replanteado aspectos fundamentales de mi caminar como cristiana, resignificando mis objetivos. Ser voluntario te motiva a ver la vida con otros ojos».

¿Cuál es tu apreciación de desempeñarte en esta Casa de estudios?

«Disfruto mucho de hacerlo, porque da paz saber que es un ambiente que invita a la presencia de Dios, motivándonos el mismo objetivo que es realizar actividades destinadas a honrarlo.  Además, me apasiona esta tarea y estar en contacto con personas como el Dr. Vives, que inspiran a perfeccionarse para servir mejor a la comunidad.»

¿Qué condiciones crees que debe tener una persona que quiere ser voluntario en la iglesia adventista?

«A veces se malinterpreta la idea de dedicar un tiempo exclusivo al servicio voluntario, vislumbrándolo como un escape o año sabático cuando, en realidad, se movilizan recursos diversos que pertenecen a Dios. Es por eso por lo que, es esencial la disposición para servir. El voluntario es un instrumento para la causa de Dios, que no viene a ser servido, sino al revés, para que otros tengan la posibilidad de conocerlo. Como las condiciones de cada lugar varían, tiene que estar presto a ayudar a donde haga falta, y con las circunstancias que se presenten, adaptándose. En conclusión, considero que a medida que uno avanza en la misión va aprendiendo, y para eso es clave la disposición».

¿Qué consejo le darías a quien quisiera dedicar su tiempo como voluntario?

 «Que la oración no sea un recurso de último momento, pues, esta labor no se tiene que dar como una elección instantánea, sino prudente, en un momento adecuado y planificado. Hay que desterrar el concepto de realizarlo “porque no tengo otra cosa para hacer”. Además, pedir sabiduría a Dios y escuchar experiencias y consejos para entender la importancia de esta tarea que implica dedicar tiempo y alcanzar la excelencia. Entonces, cuando llegue la oportunidad, uno ya va a estar preparado mental y espiritualmente».

¿Te gustaría dedicar nuevamente un año al Servicio de Dios?

«Si. Independientemente de hacerlo exclusivo de un año, tengo en claro que quiero dedicar mi vida a servir desde mi profesión, y el venir aquí me ayudó a confirmar mis objetivos en ese sentido. Tengo en mente el propósito de especializarme en Niñez y Adolescencia porque Dios desea que los menores sean defendidos. Entendí que, cuando se ve afectada la libertad religiosa, también se ven afectados todos los demás derechos fundamentales. Esto me inspira a encontrar un equipo de trabajo, para vivenciar que es posible ofrecerme a Dios desde la Abogacía».

La UAP brinda oportunidades de servicio con el objetivo de capacitar a futuros profesionales para el cumplimiento de la misión evangélica registrada en Mateo 24:14.

Giuliana Mordini

Estudiante de Comunicación Social UAP