29
noviembre 2018

La UAP fue parte del Concilio anual de la DSA

Del 9 al 13 de noviembre se realizó el Concilio anual de la División Sudamericana (DSA) de la Iglesia Adventista del Séptimo Día (IASD). Esta reunión administrativa, la más importante del año, convocó a 222 delegados de la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay.

La Universidad Adventista del Plata (UAP) estuvo presente en este encuentro, representada en la persona del Mag. Horacio Rizzo, rector. «Fui invitado junto a otros pares de otras instituciones que cuentan con una sede del Seminario Adventista Latinoamericano de Teología —comenta el Mag. Rizzo—. Me acompañaron en esta oportunidad los doctores Carlos Steger y Sergio Becerra, decano saliente y entrante, respectivamente, de la Facultad de Teología».

UAP Noticias consultó al rector de la UAP acerca del temario abordado en este concilio, a lo que consignó: «Entre los muchos temas que se trataron acerca de la marcha de la IASD en la región, el discipulado fue el tópico focal en este encuentro. Además, se trató el tema sobre la dependencia administrativa de las sedes del SALT en Sudamérica y se tomó un acuerdo por el que la administración de la DSA regenteará en forma directa todas las sedes de este Seminario. Luego, meses después, se designará un lugar específico para que se dicten los posgrados en el área teológica. Durante el mes de marzo de 2019, todas las sedes serán visitadas y se les pedirá un informe requerido por la DSA para evaluar las condiciones de cada SALT de Sudamérica. En este momento estamos abocados a la implementación del plan».

Finalizando, el Mag. Horacio Rizzo, puntualizó: «El desarrollo de la Teología en una universidad adventista es central; es el factor que apuntala nuestra identidad. También, además de ser una carrera con la correspondiente acreditación oficial, conceptualmente es más que una titulación pues, su influencia permea a cada una de las propuestas académicas que la Institución dispone, haciéndolas distintas al momento de poner en marcha una profesión con un eje y fundamento teológico-religioso definido. De aquí se desprende la importancia que damos como Universidad al hecho que se vele por la calidad de la Teología que se enseña, y no solo eso, sino también en su relación con la vida universitaria».