18
octubre 2018

Mg. Julián Rodríguez: «La calidad (educativa) no es un medio sino un fin»

Durante la jornada del 11 de octubre, en el campus de la Universidad Adventista del Plata (UAP), más de 40 instituciones del nivel superior participaron del ateneo de rectores. Un espacio de exposición y debate sobre temas centrales para la gestión de las universidades, dirigido por el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP).

En esta nueva edición, uno de los temas desarrollados fue el «aseguramiento de la calidad», la cual se dividió en dos dimensiones: la acreditación y la evaluación institucional. Se planteó que ambos procesos deberían ser articulados entre sí de manera coordinada y no independientemente.

De acuerdo con el planteamiento de la acreditación, esta se da a través de los estándares que exige la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (CONEAU). Así como este proceso de autoevaluación continua, es como se garantiza que la Universidad asuma la búsqueda de la excelencia en todas sus actividades.

En lo que respecta a la evaluación institucional, esta debe ser un proceso continuo y no una instancia de cumplir con lo que establecen las normativas legales. Debe haber un motivo interno como: objetivos de diagnóstico, reflexión y compromiso con el futuro, con el fin último de mejorar la calidad de la universidad.

UAP Noticias conversó con el Mg. Julián Rodríguez, rector Universidad Austral, quien fue uno de los ponentes a cargo de esta temática.

Respecto de la acreditación de universidades, ¿gran parte depende de las autoridades?

«No lograr una acreditación puede deberse a dos motivos: en primer lugar, por cuestiones formales, el que es un motivo poco relevante porque se puede solucionar con cierta facilidad; el segundo, un tema serio que podría estar fallando es en relación a la presentación de contenido, al no cumplir con los estándares que exige el Estado. Si esto sucediera, es un problema serio de la universidad porque en el fondo se está diciendo que la calidad del proyecto generado no es el adecuado y, por lo tanto, tendría que revisarse seriamente la calidad docente, la calidad de motivación, la calidad de programas, y las carreras. Y eso sería un problema que depende de toda la universidad».

¿La calidad educativa puede ser motivada por el interés de aparecer entre los primeros puestos dentro del ranking de mejores universidades?

«Lo importante en la calidad es intentar superar las expectativas de lo que uno se propone. Y si uno busca el figurar en un ranking o conseguir una cierta cantidad de alumnos será una consecuencia del trabajo previo. Pero la calidad no es un medio sino que es un fin, porque es lo que garantiza que una universidad cumpla con su proyecto institucional, con el público al que se debe que es la sociedad, los alumnos, las empresas y las organizaciones».

¿Cuál es su perspectiva sobre la evaluación externa y el temor de las universidades?   

«La evaluación debe ser vista como una oportunidad del mejoramiento de la calidad institucional, que va a enriquecer académicamente a la universidad y va a facilitar el proceso de la acreditación. Es como una persona que ha estudiado y dice: deseo el examen porque quiero demostrar lo que sé. Entonces cuando uno está concentrado en la calidad como fin y no como un medio no debería tener temor a la evaluación externa. Sin duda, estos procesos ayudan a la profesionalización y hoy en día, la universidad, se convirtió en una organización mucho más profesional que años atrás».